Monterey es el punto de encuentro entre el desierto del sur de EEUU y la exuberancia de los bosques del norte, además de una increíble bahía que permite un gran número de actividades deportivas y acuáticas. Una ciudad de pocos habitantes, pero sin duda, con muchas cosas interesantes por ofrecer. Fue la primera capital de California, desde que fue fundada por Fray Junípero de Serra (el mismo que estableció por todo México una gran cantidad de poblaciones) y poblada como el resto de las ciudades californianas con habitantes de numerosas ciudades de la entonces Nueva España. De todo esto queda huella en los monasterios y templos coloniales que recuerdan los pueblo de la Sierra Gorda mexicana, que sobreviven en una ciudad moderna.
Secretos marinos
Aunque hay muchos lugares atractivos en Monterey, ninguno destaca tanto como el Monterey Bay Aquarium, uno de los mejores del mundo, con exhibiciones únicas como la sala de los pulpos gigantes, los peces de las profundidades y el exuberante mundo de las medusas, que brillan intensamente en sus colores naranja, verde, morado o azul intenso, en tonalidades que hacen las delicias de los amantes de la fotografía que salen con imágenes extraordinarias de la increíble criatura y su entorno. No estamos hablando de un acuario común: aquí hay tiburones traídos de todos los rincones del mundo, visibles a través de gigantescos vidrios que también permiten apreciar en todo su esplendor a fantásticas criaturas como las anguilas lobo de Japón, especies de las que quizá nunca habías oído hablar, y que difícilmente podrás ver en otro acuario.
Ningún aspecto del mundo marino escapó a los creadores del acuario: el área del bosque submarino nos muestra el mundo de las algas, helechos, esponjas, arrecifes y otras plantas e incluso puedes observar muy de cerca las áreas protegidas de las orillas rocosas, que albergan anémonas gigantes y numerosas especies endémicas. La bahía permite la observación de especies de aves y ballenas, y algo de lo más impresionante: existe un cañón submarino de más de tres mil metros de profundidad que puede ser observado por un batiscafo robótico, de ahí se obtienen impresionantes criaturas abismales que son exhibidas vivas en complejas peceras que mantienen la enorme presión atmosférica de las profundidades. Y si gustas de las emociones fuertes, visita la zona de olas donde podrás estar debajo de un oleaje intenso sin mojarte.
Conservación y difusión
La preocupación por la ecología y la conservación son el telón de fondo del acuario; aquí se pueden encontrar especies en riesgo como las tortugas de mar, las ballenas grises y las nutrias de mar, que de no ser por los esfuerzos del Acuario de Monterey ya habrían desaparecido. No olvides participar en las actividades, los viajes en velero o el tour tras bambalinas para conocer el funcionamiento del acuario, si ya lo conoces regresa, las exposiciones temporales y las continuas novedades siempre dan motivos para volver.
Otras alternativas
Monterrey, al estar ubicado sobre la costa del Pacífico, cuenta con una gran cantidad de restaurantes que utilizan los frutos del mar como hilo conductor, tal es el caso de The Fish Hopper, restaurante clásico, que goza de una de las mejores vistas hacia el Pacífico. Aquí, el menú incluye productos del mar recién pescados (el restaurante es miembro del programa Seafood Watch, que es sustentable), preparados con insumos frescos, cultivados localmente, perfectos para maridar cada platillo con una gran carta de vinos y cervezas locales.
Los escapes románticos
Las playas de Monterey son perfectas para un escape romántico, como se comprueba en Chockablock, remanso natural ideal para llevar a cabo un picnic romántico con una puesta de sol como telón de fondo. Aunque no es una playa para nadar, ofrece un espectáculo natural y salvaje. Otra opción en este rincón californiano es 17 Mile Drive, la carretera escénica que cruza Pebble Beach y Pacific Grove en la Península de Monterey. Esta carretera rodea la costa del Pacífico y atraviesa famosos campos de golf, mansiones y lugares de interés paisajístico, entre ellos el de Cypress Solitario, el símbolo oficial de Pebble Beach. Texto y fotos: Iván Victorio También te puede interesar Querétaro: tres destinos en uno.