Sobre la carne de cerdo hay muchos mitos y realidades. Hoy hablamos de algunos de los más comunes, para que la consumas con más seguridad.
La carne de cerdo polariza opiniones. Mientras hay quienes la prefieren sobre cualquiera otra proteína, también han muchos que la evitan, pues la consideran “no saludable”. Hoy hablaremos más sobre mitos y realidades alrededor de este alimento. ¿Qué tanto habías escuchado hablar del tema?
La carne de cerdo es uno de los ingredientes principales de la gastronomía mexicana. Se utiliza en platillos tan tradicionales como la cochinita pibil, carnitas, pozole, tamales, costillas de cerdo en alguna salsa, lechón y, por supuestos, los tacos al pastor que son tan socorridos en la Ciudad de México.
De acuerdo con Raúl García, Gerente Técnico de la Unidad de Porcicultura de MSD Salud Animal de México, es una gran fuente de nutrientes que nos ayudan a mantener una dieta equilibrada. La carne de cerdo contiene aminoácidos, una alta proporción de hierro y zinc, y vitaminas del grupo B, principalmente tiamina y B12.
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La de cerdo es una de las carnes con menos grasa entre los músculos. La que contiene, de hecho, es mayormente poliinsaturada, por lo que ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre y disminuye los factores que favorecen la acumulación de grasa en las arterias.
Es un mito que la carne de cerdo, por sí misma, cause infecciones. Si se tienen buenas prácticas en seu manejo y se cumple con las medidas de bioseguridad e inocuidad por parte de sus productores porcícolas, no hay razones para dudar de su seguridad.
Al igual que en el punto anterior, la carne de cerdo no es la que tienen ‘la culpa’ de los efectos secundarios con los que se relaciona. En realidad, hay muchos factores que llevan a que un comensal no tenga la mejor experiencia con un alimento, y esto no tiene que ver en la mayoría de veces con el alimento.
Si originalmente se tienen algunos problemas de salud, relacionados con la alimentación, será siempre mejor consultar a un médico para saber qué dieta es mejor seguir.
La carne de cerdo tiene una alta digestibilidad; ésta es del 90%, aproximadamente. No obstante, cabe mencionar que ello depende de la forma de preparación y consumo. Una carne bien cocinada, sin importar qué carne sea, siempre será más digerible que una que no lo está.
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Como cualquier proteína, se recomienda incluir a la carne de cerdo en la dieta hasta tres veces por semana, a excepción de alguna indicación médica. Cabe recordar que es un alimento rico en vitaminas B1 y B3, que son esenciales para el funcionamiento del corazón y el sistema nervioso, además de que ayuda a que la piel esté en buen estado.
México es el principal exportador de carne de cerdo, según dijo Raúl García en una entrevista a la revista 2000 Agro.
“Debido a la importancia que tiene la carne de cerdo tanto para el consumo de la gente como para la economía del país, contamos con un portafolio de biológicos y herramientas innovadoras que ayudan a los porcicultores a mantener la salud de los cerdos para ofrecer carne inocua y de alta calidad a la población nacional e internacional”, concluyó.
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Ahora ya tienes más herramientas para poder discernir realmente cuánta carne de cerdo quienes incluir en tu dieta diaria. Después de leer esto, ¿crees que cambiarás tus hábitos de consumo?