Matilda Luxury Hotel & Spa es un emblema de San Miguel de Allende desde hace diez años. Hoy, este icónico hotel evoluciona a partir de nuevas propuestas artísticas y un menú diseñado por el chef Paul Bentley para el restaurante Moxi.
Abrió hace 10 años de la mano de Bruce James. Desde entonces, Matilda Luxury Hotel & Spa se ha convertido en una referencia en hospedaje para todo aquel que decide visitar San Miguel de Allende. De igual forma, su restaurante Moxi es un punto culinario obligado. Para celebrar esta exitoso décimo aniversario, el hotel evoluciona con el rediseño de sus suites, el restaurante y parte del lobby; con un nuevo mural espectacular en la alberca y con una propuesta culinaria muy novedosa para Moxi.
Entrar a Matilda Luxury Hotel & Spa siempre es un agasajo para los sentidos. La luminosidad de sus muros blancos recibe al visitante, quien absorto pasea por el fantástico mundo de arte que estas paredes albergan. Las valiosas piezas -pinturas, esculturas, murales y pantallas-, en conjunto con el refinado mobiliario y la propuesta arquitectónica del recinto que antes albergaba al hotel Villa Jacaranda, atraen la mirada.
Entrar a Matilda es como llegar a una galería de arte con obras de artistas como Diego Rivera –La Arquera, un retrato de Matilda Stream-, Javier Marín -busto a la entrada del recinto-, Nacho Rodríguez -bolas de billar-, Claudio Limón -recién diseñó el nuevo mural de la alberca- y Eduardo Zaylan -fotografía-, entre muchos otros.
La obra más reciente es un nuevo mural que decora la alberca infinita, diseñado y creado por el artista Claudio Limón a finales de febrero. Para esta obra, el artista de Jalisco se inspiró en el retrato de Matilde Stream de Rivera, y en Frida Kahlo.
Al interior, 32 habitaciones y suites con decoración sencilla, pero sumamente acogedora, invitan al huésped a disfrutar una relajación total con tintes estéticos de primer nivel, acompañados de amenidades integrales que complementan la experiencia, como un iPhone / iPad Dock Station y una Smart TV de 47″ con Apple TV. Los productos de baño de Malin + Goetz, una coqueta terraza y una de las camas más confortables de San Miguel de Allende con blancos de algodón egipcio cien por ciento, invitan a permanecer en la habitación indefinidamente.
Para quien desee una dosis de relax extra, sugerimos ampliamente probar algún masaje o tratamiento en Spa Matilda, considerado uno de los mejores en la ciudad e, incluso, en el mundo. Las terapias enfocadas en la belleza, la relajación del cuerpo, la mente y el espíritu, comprenden rituales exclusivos inspirados en cinco enfoques para el bienestar: energía, recuperación, enfoque, radiancia y descompresión.
Faciales, servicios de belleza, masajes con distintos objetivos, piedras calientes, aromaterapia, tratamientos exfoliantes, hammam y mucho más. Pude probar el Tratamiento Purificante con Miel, de 90 minutos, que combina técnicas de drenaje linfático con la técnica tradicional China que elimina toxinas y purifica la piel. ¡Maravilloso! Seguido de un facial revitalizante con productos de Natura Bissé que sorprende por sus resultados. Recomiendo experimentar alguna de las propuestas de Spa Matilda, valen totalmente la pena.
La alberca infinita, por supuesto, es el lugar obligado para refrescarse durante los cálidos días y dejarse arrullar por el canto de los pájaros. Si practicas yoga, en este espacio se organizan sesiones especiales con maestros muy buenos, así que te sugiero mantenerte al tanto.
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El restaurante de Hotel Matilda, Moxi, también se une al festejo del décimo aniversario con un rediseño de sus espacios y un nuevo chef: el australiano Paul Bentley, quien ha enamorado a San Miguel de Allende con Bovine.
Tuve la oportunidad de asistir a la presentación del menú que desde hace poco menos de un mes se ofrece en Moxi, compuesto de pocos platillos -menos de 25-, diseñados para satisfacer los paladares internacionales. El respeto al producto, los ingredientes locales de estación y las técnicas de cocina sencillas pero no por eso poco emocionantes, conforman la propuesta central de Bentley, quien también diseñó platos simples y confortantes de simple consumo para la zona de la alberca y el room service.
Bruce James -fundador de Matilda-, Paul Bentley -chef de Moxi-, Claudio Limón -artista- y Bertha González Nieves -fundadora de Casa Dragones-
Sin perder el concepto original de Moxi -que significa “antojo” en otomí- ideado por el chef Enrique Olvera en sus inicios, Paul Bentley adapta sabores e ingredientes de la culinaria nacional en recetas fusión que engloban distintas técnicas y cocinas. No faltan la emblemática charcutería y los foies elaborados artesanalmente por el propio chef, los cuales lo han hecho famoso.
En la inauguración, se abrió la cena con un paté de campaña, aioli y ensalada delicioso, acompañado con Tequila Casa Dragones Joven.
Le siguieron unos tortellini de barbacoa, garbanzo frito y caldo de cordero. Un plato aclamado por los comensales, que fusiona magistralmente una receta tradicional mexicana con una pasta italiana icónica.
La lobina con alubias estofadas con camarón y tocino, puré de ajo negro y fondo de pescado fue otro favorito de la noche -y una opción del menú altamente recomendada-. Ingredientes disímiles entre sí que solo un chef creativo y atrevido como Paul podría reunir con éxito en una misma preparación. El resultado: sublime.
Un jugoso y rojo rib eye con jus de res, puré de zanahoria rostizada -uno de los más ricos que he probado en mi vida-, cebolla escabechada y persillade fue la propuesta de Bentley como plato estrella de la noche, maridado con un ensamble tinto de La Santísima Trinidad.
Y para cerrar esta noche especial en Moxi, nada mejor que un cheesecake asado con coulis de frutos rojos acompañado con champaña Veuve Clicquot.
Otros platillos que integran este nuevo menú son el ceviche mixto de camarón, pulpo y pesca del día; ensalada de burrata e higos con jamón de pato; tosta de trucha curada y ahumada con mascarpone, encurtidos e hinojo de entrada. Y como platos fuertes, pollo rostizado con pipián, verdolagas y vinagreta de limón; pulpo asado con BBQ de chile ancho, ensalada de jícama y lentejas; una espectacular coliflor asada con romanesco -similar a la que Bentley sirve en Bovine- y unas antojables enmoladas de carnitas de pato con mole poblano, puré de calabaza y cebolla encurtida.
Estos platos están disponibles en Moxi, a la carta o en un menú desgutación -con o sin maridaje-, durante la comida y la cena. El desayuno, sustancioso y saludable, se ofrece durante las mañanas, con opción de brunch los domingos. Te recomiendo la tosta de aguacate con pepitas de calabaza tostadas y queso cotija.
No podemos olvidar el bar Mui, ubicado en la primera planta del hotel Matilda, que cuenta con una zona de barra techada exquisitamente ambientada y una terraza encantadora desde donde se pueden admirar los siempre aclamados atardeceres de San Miguel de Allende.
Seleccionado nuevamente por Travel + Leisure’s World’s Best Awards como el mejor hotel de México en 2019, sin duda Bruce James, fundador de Matilda Luxury Hotel & Spa, tiene muchas razones por las que sentirse orgulloso.
Dónde: Hotel Matilda. Aldama 53, Centro, San Miguel de Allende, Guanajuato. Reservaciones: (415) 152-1015.
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