Más allá de firmas de renombre con más de 50 años en el mercado o el conocido negocio de la plata en México, la joyería […]
Más allá de firmas de renombre con más de 50 años en el mercado o el conocido negocio de la plata en México, la joyería en el país se ha diversificado con propuestas para complacer los gustos más tradicionales, la búsqueda de piedras exóticas o el interés por poseer piezas statement. Así, seleccionamos 5 nombres relevantes de la joyería mexicana.
Diseñador que tomó rumbo hace catorce años hacia el caribe mexicano, donde decidió explotar su talento creativo en el diseño de accesorios. Desde entonces, su firma ha evolucionado hasta materializarse en piedras preciosas y semipreciosas, oro, plata, así como materiales experimentales, donde siempre encontraremos un rasgo clave: la influencia de la naturaleza, los animales, los insectos o el mar.
Inspirada por elementos arquitectónicos, el absurdo del cotidiano y las manifestaciones artísticas, Georgina Treviño se ha posicionado entre los consumidores que buscan una propuesta alternativa que replantean conceptos como “lujo”, “adorno” o hasta la propia “joyería”. Su constante colaboración con otros creadores, sobre todo desde la esfera de la moda, propone una estética contemporánea que impulsa el halo de la moda mexicana. En su sitio web están disponibles las colaboraciones que ha realizado con Bárbara Sánchez-Kane y Paloma Lira. También está de venta en Stendhal Store, ubicada en la Ciudad de México.
Con una abeja como emblema, que representa a las mujeres trabajadoras en nuestra sociedad, Castillo tiene una propuesta que se diferencia por la capacidad de transformarse de acuerdo con las necesidades de las usuarias. Esto refleja el interés de la marca por acercarse a un público cada vez mayor de féminas que tienen un ritmo de vida acelerado y una agenda que les obliga a cambiar de estilo conforme avanza el día. Las clientes pueden elegir su arete favorito —los insectos son su insignia— y complementarlo con el color y tipo de piedra que más les agrade, pero también se puede desprender la piedra del conjunto para un estilo más casual. Todas sus piezas son de plata .925 con baño de oro 14k y las piedras son cristales facetados.
Fundada y dirigida por Sofía Álvarez, es una firma de alta joyería con tres ejes principales. La primera es la de colecciones temáticas inspiradas por las últimas obsesiones de Sofía, con influencias de las tendencias de temporada. Júpiter, Saturno y Pearls son algunas, cada una con una personalidad particular. La segunda rama es Atelier, donde se diseñan piezas personalizadas, “One of a Kind”, y finalmente, su área de anillos de compromiso. La última es interesante porque cuenta con una modalidad de envío de opciones base a domicilio, para la selección del cliente. Posteriormente, se realiza una cita —o videocall— con la diseñadora para definir la piedra elegida, tamaño, detalles personales de diseño, etc.
Un nombre excepcional para la marca de un verdadero intelectual de la joyería: Alberto Dávila. Diseñador independiente, ha colaborado con marcas comerciales como Tane, Nouvel Studio e IK Joyeros. Formó parte del colectivo “Sin título”, en el que se promovió la disciplina como un medio para la creación artística, que tomaban la intervención urbana y otros espacios expositivos como una forma reflexiva de difusión. La marca es resultado de su búsqueda por crear piezas excepcionales que encuentran un punto medio entre la experimentación y la accesibilidad comercial. Dávila también crea piezas personalizadas para sus clientes.
Tel. 5518 2177
@alberto_davila_
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Imagen de portada: Tomada de la campaña para la colección Júpiter de Libélula.