Si tu próximo plan es visitar Real de Catorce, no puedes dejar de probar las peyeconchas, un singular pan en forma de peyote.
Actualmente, la gastronomía está en una constante búsqueda por explorar nuevos sabores e ingredientes. En el caso de México existen propuestas culinarias que no dejan de sorprender por su capacidad imaginativa para reinterpretar platillos, ya tradicionales, de la cocina mexicana. Un ejemplo de esta situación son las peyoconchas, un pan que se asemeja al peyote, cactus originario de las zonas áridas de nuestro país.
La panadería La Migaja, una de las más tradicionales de Real de Catorce, es el lugar de origen de las peyoconchas. ¿Su inventor? el pandero Martín Ibarra, quien se inspiró en la cultura wixárika para desarrollar tan pintoresco pan.
Las personas que han tenido la oportunidad de probar este singular manjar; coinciden en un mismo punto: es delicioso. Su decoración artesanal hecha de dulce, le dan un peculiar sabor que deja encantado al paladar. Cabe mencionar que para la elaboración de estas conchas, no se usa peyote real, sino que solamente se emplean ingredientes como masa de bizcocho y un mezcla de productos orgánicos.
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Las peyoconchas se suman a una larga lista de inventos gastronómicos que se han hecho alrededor de este pan tradicional mexicano. ¿Te atreverías a probarlas?
En México, desde hace varios siglos, el peyote se ha considerado como una planta sagrada. Los pueblos indígenas le han atribuido características de orden cósmico y premonitorio por su capacidad de producir, en las personas que lo consumían, visiones sobre su futuro. También se considera que esta cactácea tiene propiedades curativas, ya que alivia las afecciones físicas de las personas.
La sustancia más importante que tiene el peyote es la mezcalina, un elemento que produce alucinaciones. Y aunque se ha intentando legalizar es todavía una sustancia prohibida. En la actualidad, este cactus se encuentra en peligro de extinción.
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