Barbie, la muñeca de medidas perfectas, ha hecho soñar a grandes y chicos por generaciones. Conoce su historia y evolución.
Desde siempre, las muñecas han sido el juguete preferido de la mayoría de las niñas en todo el mundo y en todas las épocas; especialmente las de trazos infantiles, las clásicas con ojos grandes y redondos, ricitos o trenzas dorados, con cuerpo regordete y mejillas rosadas. Hasta que a una diseñadora industrial americana de los años 50 rompió el esquema e inventó a la famosa Barbie.
Ruth Handler era empresaria y junto a su esposo Elliot Handler, eran propietarios de una fabrica de juguetes y al asociarse con Matt Matson crearon la famosa marca Mattel de Matt y Elliot, en la cual empezaron a fabricar casitas para muñecas. La primera gran venta realmente fue con el juguete ukulele para niños, el instrumento de cuerdas típico de Hawaii.
Pero el verdadero nacimiento de Barbie tiene dos orígenes. En Alemania existía una tira cómica publicada constantemente en el periódico Bild, era naturalmente para adultos y se presentaba en toda su sensualidad apenas vestida de ropa intima o atuendos muy provocadores. El público masculino alemán estaba encantado, sobre todo los jóvenes soñaban con este personaje. Pero llegó un momento en que el público quería disfrutar de algo más, quería tocar esa muñeca. Así que se fabricó la muñeca Bild Lilli que se posicionó en primer lugar de ventas en el mercado alemán.
Su aspecto era muy cambiante, porque podía tener el cabello dorado como en las tiras cómicas o tenerlo negro, siempre peinado de la misma manera, con cola de caballo y pollina lateral. Tenía las piernas largas y aunque no tenía medidas perfectas, era bastante atractiva a la vista. Su sensualidad en realidad se contraponía al vestuario bastante clásico que usaba. Los chicos la usaban como fetiche, la regalaban para gastar bromas, la exponían como adorno en los autos, otros la coleccionaban. Se podían comprar en los bares, tiendas de tabaco y por supuesto en tiendas de juguetes para adultos. Era sin duda un símbolo sexual.
Por otro lado, Ruth Handler viajó en una ocasión a Alemania y se percató del éxito de la muñeca y cuando regresó se dio cuenta que su hija prefería jugar con muñecas de cartón que podía vestir y desvestir haciéndolo por horas y horas. Así que Mattel pensó en comprar los derechos de la muñeca y decidió hacer una versión parecida para la hija de los Handler. La muñeca se llamó Barbie, en honor a la hija de la pareja que se llamaba Barbara, y su fecha de cumpleaños se decidió que fuera el 9 de marzo de 1959, ya que esa fue la fecha en la cual se presentó en la Feria Internacional del Juguete de New York por primera vez.
En su primera aparición, Barbie tenía un peinado típico de los 60, con una pollina rizada y de pelo color dorado, tenía la mirada hacia un lado, vestía un bañador con estampado de zebra blanco y negro, formas bastante sinuosas y el pecho bien definido, cosa que al principio molestó a muchos padres que consideraban que la muñeca fuera demasiado sugerente para las niñas.
Ruth, en parte, demostró estar entre las pioneras que defendían el desarrollo social de la mujer porque quería romper esquemas; deseaba que las niñas pudieran ver los cambios sociales que estaban ocurriendo en esa época, que entendieran la transición de lo que estaba ocurriendo en esos años. Ella misma dijo: “Mi filosofía acerca de Barbie fue y siempre ha sido que las niñas puedan llegar a ser todo lo que quieran a través de la muñeca. Barbie siempre ha representado la capacidad de elección de las mujeres”. Mensaje más que claro con respecto a la emancipación femenina.
La muñeca Barbie tan deseada, tuvo que pasar por diferentes épocas en los que los detractores de todo tipo trataron de quitarla del medio. Los primeros fueron los que acusaban a la muñeca ser demasiado perfecta, con medidas 91 de pecho, 46 de cintura y 84 de caderas. Algo que, decían, podía fomentar en las niñas un patrón imposible de lograr por la diversidad de cada cuerpo y el consecuente peligro de llevarlas a la anorexia o a una profunda inseguridad en sí mismas. Otro de los motivos que se ciñeron a ir en contra de la muñeca fue cuando lanzaron la Barbie de color, que tenía rasgos caucásicos y no típicos de la raza africana. Un ulterior motivo fue cuando se lanzó el prototipo de muñeca que hablaba, la Teen Talk Barbie, que decía pocas y cortas frases como “Vamos de compras” o “las matemáticas son difíciles”. Mensajes que coartaban la inteligencia de la mujer y la hacían solo una cabeza vacía.
También se le atacó cuando surgió un rumor de que la plástica de la muñeca podía tener fugas de sustancias tóxicas. En fin, la pobre Barbie fue ametrallada en todas las épocas de su existencia por motivos raciales, sociales, de salud mental y de cualquier cosa posible, pero siempre sobrevivió porque al final del día, quien decidía eran las niñas enamoradas de su muñeca.
Y por fin, en 1963, aparece un compañero: Ken, cuya imagen también fue inspirada por uno de los hijos de la pareja Handler. En realidad siempre fue una figura mas que secundaria: el típico joven alto, robusto y guapo, pero con el único mérito adquirido que el de ser pareja de Barbie. Tampoco experimentó muchos cambios físicos, como en cambio pasó con ella, ya que prácticamente siempre permaneció igual. Hasta hace poco que se depiló las cejas, rejuveneció y cambió de vestimenta desde la ropa deportiva inicial a usar smoking y indumentaria más formal y variada.
Barbie pasó por una infinidad de profesiones: desde abogada a arquitecta, desde bombera a futbolista. En su haber tiene miles de accesorios, vestidos, collares, anillos, zapatos, bolsos, pieles y todo lo que está en el armario de cualquier mujer real. Participó en varias películas de cine, y tiene su propia revista. Ha logrado un éxito rotundo, venciendo toda tormenta mediática durante más de 50 años, logrando siempre salir rejuvenecida y triunfante. ¡Una verdadera mina de oro!
Barbie by Daniel Espinosa, la colección de joyería que se inspira en la icónica muñeca de Mattel