Para quienes han soñado con volar, hacerlo en ala delta es una opción. En Valle de Bravo puedes convertirte en piloto o disfrutar un paseo panorámico.
Ya han pasado más de ocho años desde que Rudy Gotés abrió Vuelo Libre México, una escuela donde puedes convertirte en piloto de ala delta o sólo disfrutar de un paseo panorámico. Este es un deporte considerado dentro de la categoría de vuelo libre y, en nuestro país, existen menos de cinco escuelas donde puedes aprenderlo, comenta Gotés.
Con más de 10,000 horas de vuelo en su historia, el piloto catalogado entre los diez mejores del mundo, ha llevado en vuelos tándem a miles de personas. Desde niños hasta pasajeros de casi 80 años. Los paseos a turistas representan casi el 90 por ciento de las operaciones de la empresa.
Las anécdotas en su historia son de lo más variado, desde aquél que no para de hablar durante todo el vuelo, alguna niña que comenzó a llorar hasta que él le dijo que pensara que era un hada mágica, un paciente con cáncer terminal que buscaba cumplir un sueño, hasta quien lo ha abrazado tan fuerte que casi no lo dejaba respirar. El principal requisito para disfrutar de esta experiencia es “tener muchas ganas”, dice.
Para aprender es diferente, el equipo cuesta alrededor de 5,000 dólares si es nuevo, ya que se importa de países como Estados Unidos y Australia. Claro, está la opción de conseguirlo usado, por unos 25 mil pesos.
Además, el tiempo de aprendizaje depende de la disponibilidad del estudiante. Por ejemplo, con cuatro horas diarias durante una semana se puede lograr, mientras que otros que le dedican un día al mes y se tardan en promedio un año.
Para mantenerse en el aire, los pilotos aprovechan las corrientes térmicas (ascendentes) que les permiten elevarse y con su cuerpo pueden dirigir el aparato. El vuelo más largo registrado es de 764 kilómetros.
Pesca y buceo en playas mexicanas
Los turistas pueden disfrutar de diferentes sensaciones, en una de ellas se despega a 600 metros de altura y se hace un descenso de 10 minutos en el que se recorren cerca de tres kilómetros. La siguiente alternativa (la más solicitada) es un recorrido de entre 20 y 30 minutos en el que sobrevuelas más de cinco kilómetros alrededor de la zona del Peñón, que es una elevación rocosa con 700 metros de altura.
Por último, el Vuelo Águila, un recorrido de campo traviesa a lo largo de 20 kilómetros. Se hace sólo cuando el clima lo permite, normalmente entre noviembre y abril. El aterrizaje es a un costado del lago de Valle de Bravo. En este paseo se puede ver el cambio de vegetación y disfrutar de una panorámica de hasta cuatro mil metros de altura. Ten en cuenta que es necesario llevar ropa abrigadora.
Con información de México.mx