Al este de Sicilia se encuentra Belmond Grand Hotel Timeo, un lugar asombroso en donde la cultura y la historia son las protagonistas.
Un destino obligatorio para los amantes de la historia y la belleza, Taormina es una de las joyas de la isla de Sicilia. Uno de los destinos más fascinantes de Italia, Sicilia es la isla más grande del Mar Mediterráneo y ha sido habitada desde la prehistoria. Desde los sicanos y los fenicios hasta los Griegos, grandes civilizaciones dejaron su marca con majestuosos monumentos, sitios arqueólogos impactantes y un sinfín de sinuosas calles empedradas dentro de las pequeñas y grandes ciudades a los pies del imponente volcán Etna.
Por Melanie Béard.
Entre los acantilados que se alzan sobre las turquesas aguas de la costa siciliana se alza en la alturas el Belmond Grand Hotel Timeo. Pasar su pintoresca entrada envuelta en buganvillas es como tomar un viaje por el tiempo; su larga historia data del año 1873. Con vistas a Taormina medieval, este lujoso edén, con sus típicos techos de terracota e infinitas vistas al mar y al volcán – todavía activo – exuda pasión por la vida característica del sur de Italia.
Además, Belmond Grand Hotel Timeo ha sido insignia del destino a través de los siglos. A un lado del famoso Teatro Griego de Taormina, el hotel es una parte intrínseca de la herencia de esta fascinante ciudad. Este fue el primer hotel en ser construido en esta tierra de contrastes y miles de historias que contar.
Desde los ricos paneles de madera de su histórico bar hasta las mariposas en los extensos e íntimos jardines, cada detalle del hotel nos deja sin aliento. Al sentarnos a tomar una taza de té en el Literary Terrace sentimos a nuestro alrededor la presencia de las grandes personalidades que han pasado por aquí antes de nosotros, como Oscar Wilde, D.H. Lawrence, Guy de Maupassant, Van Goethe y Truman Capote, quien se quedó en la propiedad durante dos años.
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La historia del Belmond Grand Hotel Timeo comenzó cuando un Don Francesco La Poresta, vendió un gran huerto de naranjos y compró una casa abandonada, la cual restauró y abrió a invitados ocasionales. Esto fue en 1863, cuando los poco visitantes que llegaron a Taormina subían la montaña en la espalda de un burro.
Uno de esos viajeros intrépidos fue el artista prusiano Conde Otto Geleng. Cautivado por las vistas de almendros en flor y el nevado Etna, pintó una serie de acuarelas que causaron sensación en el mundo del arte. Como resultado, más artistas acudieron a Taormina y la casa de huéspedes se convirtió en un hotel. La Floresta lo amplió y lo dotó de suntuosos jardines. Belmond se hizo cargo del hotel en el 2010, asegurándose que la historia ilustre de este destino único continúe con su espectacular trayectoria, enamorándonos a todos de su belleza, historia y auténtico sabor.
Con el luciente mar azul brillando a nuestros pies durante el atardecer y el vibrante rojo de la lava del volcán Etna iluminando la estrellada noche, cada instante en este lujoso portal al pasado esta repleto de una magia seductora, que nos incita a quedarnos una noche más, incapaces de alejarnos de esta joya siciliana.
Belmond Grand Hotel Timeo se ha convertido un ícono de lo que es la alta hotelería en toda Sicilia, un puente entre su ilustre pasado y fascinante presente. Diversas culturas y tradiciones se funden en los majestuosos paisajes de la isla, desde sus riscos y archipiélagos hasta sus empinados montes y majestuoso volcán, haciendo de este rincón de Italia un destino inolvidable.
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