Hace tres años, Ferran y Albert Adrià describieron su visión del restaurante perfecto como un parque de diversiones culinarias. Actualmente existe Enigma, un lugar secreto […]
Hace tres años, Ferran y Albert Adrià describieron su visión del restaurante perfecto como un parque de diversiones culinarias. Actualmente existe Enigma, un lugar secreto en Barcelona donde un comensal puede degustar una cena de 40 tiempos.
Cinco noches a la semana desde enero, un cupo limitado a 28 comensales pueden perderse en un laberinto de más de 40 platillos, consumidos en una sucesión de 6 habitaciones con una cena promedio de entre tres horas y media a seis horas. Enigma es el último concepto de los legendarios hermanos españoles que están detrás de elBulli, lo que muchos consideran el restaurante más importante del mundo y donde, posiblemente, se acuñó el término “gastronomía molecular”.
Barroco Restaurante, gastronomía orgánica de lujo dentro de un museo
Desde que terminó la carrera de elBulli hace seis años, los hermanos Adrià han abierto un grupo de restaurantes en el barrio de El Paralel de Barcelona. Está Hoja Santa, una versión progresiva de la cocina mexicana y su adyacente e informal Nino Viejo. También Pakta, lugar que celebra los sabores de Japón y Perú, Bodega 1900 es un clásico bar de tapas españolas y Los boletos, lugar moderno inspirado en la cocina impulsada por la técnica del restaurante pionero. Pero Enigma es algo completamente nuevo.
Para poder conseguir una reservación en Enigma debes entrar al sistema de venta de boletos en línea, y al pagar un depósito de 100 euros, podrás asegurar un espacio que tiene un precio total de 220 euros. Después de ingresar el código correcto, que llega al correo electrónico después de pagar el anticipo, caminarás por un pasillo gris, donde serás recibido por los anfitriones de Enigma, quienes te registrarán y dirigirán a una mesa.
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La estética de Enigma se describe mejor como un iglú futurista gigante, espacio destinado a transportar al comensal a un mundo desconectado de la realidad. Las redes de metal arrugadas descienden del techo como nubes brillantes, y la extensión de 700 metros cuadrados. Además de una “cueva tecnológica“, decorada en diferentes tonos de gris con láminas texturizadas de vidrio que parecen hielos planos.
En este punto inicia la experiencia culinaria del proyecto, verdaderamente espectacular en términos de gastronomía, diseño e innovación que en todo momento está lleno de colores, texturas, olores y sabores.
A lo largo de la noche, al pasar entre seis áreas diferentes en un espacio gigante conectado a través de un laberinto de paredes. Además en el lugar se experimentarán momentos inolvidables lleno de 40 diferentes platillos, cócteles y postres.
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La experiencia en Enigma termina como comenzó: con una bebida de Marc Álvarez, famoso bartender en España que está detrás del bar. Al final, entre diseño, innovación y propuestas gastronómicas, saldrás del lugar con una percepción diferente del lujo experimental.