A pesar del apoyo de los empresarios para mitigar la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 y mantener a salvo a su plantilla laboral, las políticas públicas no han sido suficientes para evitar la incertidumbre en el sector.
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo en la CDMX (Canaco-CDMX), realizó una encuesta a finales del año pasado en la que estima que al menos 37,800 negocios quebraron en la capital del país.
Diego Sáenz Creel, precandidato a una diputación al Congreso de la Ciudad de México, señala que el diagnóstico en el sector empresarial es devastador ante el golpe proporcionado por la pandemia.
“El sector comercial sobre todo el restaurantero están preocupados debido a que ya no tienen recursos ni para ayudar a su plantilla laboral. No tienen ningún apoyo ni incentivo”, sostiene.
El diagnóstico de Sáenz Creel es contundente al sostener que se deben de crear apoyos directos al sector empresarial, pero que se entienda que sería a quien tiene su papelería, tlapalería, tienda de la esquina, no solo a aquellos que tienen cientos de empleados.
Señala que se deberían deberían buscar apoyos fiscales que alivien los plazos de pagos de impuestos debido a que el sector comercial ya no puede mantener un ritmo de baja de ventas y un mantenimiento de la calendarización de la contribución fiscal.
Los establecimientos más afectados por las medidas tomadas para disminuir la propagación del virus fueron las tiendas de abarrotes, papelerías y otros comercios minoristas.
