La mujeres en la cocina no sólo crean alimentos, desde siglos atrás, tres inventoras lograron crear máquinas y utensilios que cambiaron la forma de cocinar.
Lo que más se reconoce a las mujeres en la cocina, son sus platillos y dedicación en alimentar al grueso de la población.
Por Pamela Trejo.
Ellas forman parte fundamental en la socialización alimentaria del mundo, pero también crearon máquinas y utensilios que prevalecen hasta este siglo.
Como bien hemos experimentado, en la vida las cosas siempre cambian de manera exponencial y la tecnología sigue avanzando, sin esperar a nadie.
Pero si volteamos unos años atrás, nos sorprenderemos del gran cambio que se ha dado alrededor del mundo en cualquier tema, pero en específico en el tema de las mujeres en la cocina y los inventos de maquinas e instrumentos que facilitaron las “tareas del hogar” que actualmente se deben compartir entre hombres y mujeres.
Desde siglos atrás, las mujeres eran vistas como aquellas que sólo proveían el alimento, cocinaban y se tenían que encargar de la casa.
En la actualidad todo esto ha revolucionado desde una nueva perspectiva de género, los roles han cambiado, y las mujeres en la cocinan, forman parte de una nueva visión y formas de ocupar espacios laborales que también les corresponden.
Muchas de las aportaciones de inventos de la cocina se le atribuye a los hombres, en este artículo hacemos mención a tres mujeres con tres máquinas y utensilios que facilitaron la forma de producir los alimentos.
Originaria de Estados Unidos, Nancy es una de las mujeres en la cocina, inventora y visionaria a la que le debemos la creación de la maquina de hacer helados.
El primer ejemplar surge en el año de 1843 y constaba de una manivela que le daba vuelta al bote con el líquido de este mismo postre.
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Ella inventa esta nevera, pues le tomaba mucho tiempo hacerlo de forma manual, y significaba pérdida de dinero para ella y su negocio.
Este invento se hizo tan famoso que revolucionó la venta del helado para todo el mundo.
La búsqueda por almacenar los alimentos de una forma adecuada, siempre ha estado presente en la historia de la humanidad.
La salazón, el ahumado, la refrigeración, entre otros, han sido intentos muy bien planteados para lograr darle más tiempo de vida a los ingredientes.
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En el siglo XIX y con esta misma idea, Amanda Theodosia Jones, una de las mujeres en la cocina, logró eliminar el aire que se encapsulaba en una lata que contenía comida sin previa cocción.
Al analizar, investigar bajo prueba y error, pudo observar que los alimentos mejoraban su calidad al momento en el que se consumían, logrando así patentar en 1873 su gran invento.
En la actualidad muchas cocinas de “alto nivel” utilizan el método de “alto vacío” para lograr platillos gourmet.
El café es una constante en el mundo entero, se ha analizado y estudiado hasta el último grano de café, al igual que se han creado todo tipo de instrumentos, utensilios y máquinas para crear arte líquido.
A mediados del siglo XX, Melitta Bentz no soportaba más la idea de seguir utilizando bolsas de lino para colar el café, pues aún con este elemento, la taza quedaba llena de residuos.
Así que un día se decidió a experimentar con su máquina cafetera, comenzó haciendo hoyos en el recipiente metálico y colocando papel de secado que utilizaban sus hijos pequeños y en 1908 patentó el filtro del café.
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