¿Sabías que este postre surgió por accidente? Descubre sus orígenes.
La Tarta Tatin es una variante de la tarta de manzana que se destaca por un proceso de preparación único. Las manzanas se caramelizan antes de incorporar la masa y lo más peculiar es que se cocina al revés. En esta tarta, las manzanas se colocan en el fondo del molde y luego se cubren con la masa. La historia de su origen tiene varias versiones, pero hoy te contaremos la más popular.
Por Mariana Frias
Los orígenes de la receta de la Tarta Tatin tienen más de 200 años. Nos transportamos al siglo XIX, en plena Belle Époque, para comenzar esta historia en el Hotel Tatin, ubicado en la pequeña población de Lamotte-Beuvron, al sur de Orleans, específicamente en la región de La Sologne, Francia.
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Jean Tatin, un hombre con visión comercial, transformó su establecimiento en un hotel conocido como el “Hotel Tatin et Terminus”. Con el paso de los años, Jean falleció en 1888, dejando su legado a sus dos hijas Stéphanie 1838-1917 y Caroline 1847-1911.
En esta dinámica familiar, Stephanie se ocupaba de la cocina, mientras que Caroline desempeñaba el papel de recibir y acomodar a los clientes. Un día, cuando el restaurante del Hotel Tatin estaba muy concurrido, Stéphanie comenzó a preparar algunas tartas y decidió cocinar manzanas en mantequilla y azúcar. Fue en ese momento cuando se gestó la creación accidental de la Tarta Tatin, que se convertiría en un postre legendario apreciado en todo el mundo.
En el Hotel Tatin, en Francia, en el año 1889, debido a una distracción, se olvidaron por completo de las manzanas. No fue hasta que comenzó a oler a quemado que se dieron cuenta de que las manzanas se habían quemado. Tratando de salvar el postre, Stephanie puso las manzanas caramelizadas en una tartera. Luego, colocó encima de ellas el hojaldre y metió las tartas en el horno para que se cociera la base. Posteriormente, con cuidado, dio la vuelta a la tarta, y de esta forma surgió dicha tarta.
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El resultado fue una tarta invertida que cautivó a todos los clientes. Uno de ellos era un restaurador parisino y copropietario de Maxim’s, Louis Vaudable. Quedó maravillado con el sabor de aquella tarta y pidió a la cocinera que le revelara la receta. Posteriormente, la incorporó en el menú de su restaurante y fue él quien la llevó al éxito mundial.
Sin embargo, como homenaje a las hermanas que compartieron el secreto de su preparación, le puso el nombre de Tarta Tatin. Hoy en día, gracias a su popularidad, ha convertido su hotel en un lugar de visita obligada para los turistas que desean probar la Tarta Tatin. Actualmente, esta tarta es un clásico de la gastronomía francesa. Aunque la versión original es de manzana, existen variaciones con todo tipo de frutas e incluso versiones saladas.
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