Su sabor dulce y ligeramente ácido hace de las fresas una de las frutas preferidas de todos; pero cuidado, hay riesgos si no las desinfectas adecuadamente.
Las fresas son una de las frutas más versátiles; son perfectas para repostería, ensaladas y muchos platillos más. Y además se su gran sabor, tiene diversos nutrientes como vitamina C, vitamina K, magnesio, manganeso y numerosos fitoquímicos antioxidantes, que te ayudan a lucir más joven.
Origen y beneficios de la fresa
Sin embargo, comer fresas puede traer riesgos si no se desinfectan bien. Y es que muchas veces los campos de cultivo son regados con aguas negras, o rociados con químicos para evitar plagas. Estos componentes se juntan en la parte del pedúnculo de la fresa y pueden causar enfermedades graves.
Una de las afecciones más temidas por contagio con alimentos es la cisticercosis. El cisticerco es una solitaria llamada taenia solium que se aloja en el organismo causando teniasis, una enfermedad que provoca, náuseas, vomito, falta de apetito, diarrea y dolor abdominal. El problema con esta enfermedad es que puede viajar a través de torrente sanguíneo y alojarse en el cerebro. Además el tratamiento es muy tardado y muchas veces requiere cirugía.
Otros elementos patógenos son la salmonela, el E.coli y la hepatitis A, que pueden contaminar el fruto y causar daños a tu salud. Estos padecimientos se ven reflejados a las pocas horas de consumo y además de afectar a tu organismo los síntomas son muy molestos.
Se recomienda consumir fresas de invernadero controlados que tengan la leyenda en el empaque. Y siempre lavar y desinfectar de manera adecuada para evitar cualquier consecuencia grave.
Cómo lavar, desinfectar y congelar fresas correctamente