Es un súper alimento que no puedes dejar de agregar a tu dieta.
La semilla de hemp proviene del cáñamo, una planta originaria de Asia Central que se puede cultivar en prácticamente todos los ecosistemas. Es una de las plantas más resistentes ya que sólo 8 de las cientos de plagas comunes la afectan, además de no necesitar pesticidas.
Es uno de los cultivos más antiguos del mundo, y es que sus beneficios y propiedades son muchos. Una de sus presentaciones más populares es en aceite; pero si prefieres, puedes comer sus semillas frescas, ya sea en un licuado o mezcladas con tu yogurt en la mañana.
Muchas personas la relacionan con la marihuana pues provienen de la misma planta, la Cannabis Sativa, pero al ser una especie con cientos de subespecies, no tienen nada en común fuera de su descendencia. Las semillas de hemp se han vuelto cada vez más populares ya que son consideradas uno de los super food más completos y saludables pues sus diversas presentaciones te aportan distintos beneficios.
Beneficios:
Es perfecta para personas con niveles bajos de ácidos grasos, al ser rica en omega 3 y 6.
Es rica en fibra, por lo que mejorará tu digestión.
Ayuda al transporte de oxígeno en las células.
Su riqueza en ácidos grasos ayuda a prevenir enfermedades del corazón.
Al tener altos niveles en vitamina A y E protegerá tus ojos y tu piel.
Su contenido de vitamina C es considerable, te dará energía y protegerá tus defensas.
Es rica en minerales como fósforo, potasio, magnesio, azufre y calcio.
Su versión en proteína contiene 10 de los aminoácidos esenciales en el cuerpo y 8 de los no esenciales, siendo tan completa como la leche o la carne.
Entre el resto de sus beneficios se encuentra la reducción del colesterol malo, reducción de la inflamación.