Te contamos sobre el origen y las características de un postre con una suavidad que impresionó a todos los paladares, la mousse de chocolate.
Dentro de la repostería existen diferentes preparaciones que requieren de habilidades muy especificas. La parte dulce de la gastronomía se rige por pilares como las porciones y orden de integración de los ingredientes. Si bien la mousse de chocolate puede parecer una preparación que se describe como una espuma, para lograr este postre se requiere de una técnica perfecta. Aquí te contamos sobre su historia, así como las características que lo hacen una preparación única.
Por: Desiree Perea
Realmente existen opiniones divididas con relación al origen de este postre. Si bien puede utilizarse como elemento decorativo o bien, como el actor principal de un postre, sobre su origen se cuentan dos historias. La mousse de chocolate es considerada dentro de la gastronomía francesa.
Esto debido a que apareció por primera vez en un recetario en 1755. Aquí la receta original consideraba una mezcla entre leche a la que se le añadían claras de huevo. Después de un largo proceso de batido manual, el resultado se reflejaba en una mezcla firme y aireada. Sin embargo, esta no es la única historia que se cuenta sobre el origen de la mousse de chocolate.
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De igual manera se conoce que fue una invento a cargo del cocinero militar principal. Era un chocolatero reconocido de la región, quien se encargo de crear un postre digno del emperador francés. Así fue como puso manos a la obra para crear una delicia con una suavidad extrema. La sorpresa fue tal que el emperador decidió llevarla a su país e incluso, le dieron una denominación en francés ‘mousse au chocolat’.
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Son pocas las personas que pueden presumirse como expertos dentro de la preparación de la mousse tradicional de chocolate. Si bien la lista de ingredientes es corta, realmente depende del tratamiento de cada elemento para lograr un postre con la textura adecuada. En primer lugar, debe considerarse la temperatura de la crema o las claras de huevos.
Mientras más frías se mantengan, es posible ayudar a logren el punto de nieve. Por otro lado, es importante tomar en cuenta que tanto los recipientes como los utensilios deben estar completamente secos. De esta manera, evitas que la mousse de chocolate final se corte. Todos los ingredientes deben incorporarse de manera uniforme, para que la mezcla se mantenga suave y limpia.
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Si vas a añadir elementos crujientes como nueces o chips de chocolate como extra, recuerda que debes incorporarlos de manera cuidadosa para evitar eliminar el aire. Se recomienda hacerlo con movimientos envolventes comenzando del exterior hacia la parte interna. Ya sea que decidas servirlo como un elemento extra, con el objetivo de añadir una textura diferente al postre principal. Realmente la mousse de chocolate es una preparación multifacética que no tiene límites.