Con menús temáticos, itinerantes y por tiempos, Mesa de Pueblo busca homenajear y preservar en la CDMX la cocina tradicional mexicana.
El orgullo mexicano tiene muchas expresiones y Mesa de Pueblo es una de ellas. Este proyecto, que tiene a Enrique Pacheco Blancas a la cabeza, busca enaltecer a la cocina mexicana desde su lado más rico: el de su historia y tradiciones.
Por Ollin Velasco
Mesa de Pueblo consiste en comidas temáticas por tiempos, con sede itinerante en la CDMX, a través de las que algún chef interpreta la cocina de una parte o un tiempo específico de la historia de nuestro país.
Se trata de eventos con afluencias pequeñas, en los que los menús son una inmersión cultural de inicio a postre. Mesa de Pueblo busca explorar lo que a nivel social ocurre en una mesa de pueblo, así que espera de este proyecto un verdadero esfuerzo por traer a tu plato algo que es común y valioso en otras partes de México, pero que no precisamente todos conocemos.
Entre las ediciones que se han llevado a cabo están la de flores comestibles, cocina del norte de México, hongos, Día de Muertos y mercados de la CDMX, por mencionar algunas. Los temas van acordes a algunas fechas importantes, lo mismo que a la disponibilidad de insumos.
Al momento, Mesa de Pueblo es un concepto bien estructurado y con ejes rectores claros, que habla y anda por sí solo. Pero no siempre fue así.
Enrique Pacheco cuenta que, de alguna manera, la idea de dedicarse a esto ahora cuando lo que había estudiado fue Administración, se fue moldeando desde que era niño.
“Mi familia es de Texcoco, en el Edomex: un lugar más antiguo que la misma Tenochtitlan, en el que siempre han confluido ingredientes lo mismo de Tlaxcala, que de Puebla y la Ciudad de México”, asegura Pacheco.
Desde pequeño, según cuenta, estaba habituado a ver y probar ingredientes como las pencas tiernas de maguey, los huevos de mosco conocidos como ahuautles e infinidad de quelites.
El tiempo pasó y, luego de estudiar Administración, se dio cuenta que esa carrera no era a lo que precisamente quería dedicarse por siempre. La gastronomía y la divulgación, por ejemplo, sí.
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Los primeros vislumbres de lo que ahora es Mesa de Pueblo ocurrieron, sin que él lo supiera, cuando por puro gusto invitaba a sus amigos a comer a casa y les explicaba todos esos ingredientes que sólo podrían encontrarse en mercados y pueblos lejanos.
“Hace cinco años la gastronomía pasaba por mi mente, pero no vivía maravillado de ella como lo hago ahora. Hace dos años y medio decidí profesionalizar lo que ya hacía por gusto. Siempre me gusta dejar en claro que no soy especialista en gastronomía, pero me encanta investigar: colecciono recetarios antiguos, pregunto bastante y soy entusiasta de la historia de nuestra cocina”, cuenta Pacheco.
Durante una edición de Mesa de Pueblo, uno o varios tablones largos fungen como punto de encuentro para los comensales. Sin duda no todos se conocen, pero la comida y la bebida unen irremediablemente.
Los platos, a cargo de algún chef –los últimos eventos han contado con la experiencia de la chef Diana López del Río, que a su vez está a la cabeza del restaurante Mux (CMDX)–, empiezan a llegar acompañados de una breve explicación de lo que los compone, así como de su significado cultural.
Los maridajes también tienen una explicación muy clara y muchas veces provienen de colaboraciones con proyectos que estén igualmente comprometidos con engrandecer la cocina mexicana.
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Si quieres asistir a alguno de los eventos de Mesa de Pueblo, te recomendamos estar pendiente de sus redes sociales y reservar por mensaje directo. La experiencia es siempre especial y bien cuidada, así que recomendamos apartar con tiempo tu lugar para poder vivirla como se debe.
Dónde: Locación itinerante.
Cheque promedio: Entre $1200 y 1850 por persona, con maridaje.