Conoce la historia del pay (¿o pie?)
Si naciste en los 80 probablemente tengas en la memoria alguna escena de caricatura con la imagen de un pay enfriándose al filo de la ventana, sin embargo, se remontan a mucho tiempo atrás.
¿Pay o pie? La manera en que lo escribas da igual siempre y cuando no pierda su corteza crujiente.
Este es uno de los bocados indulgentes más viejos de la historia, empezó de forma rústica en la Grecia Antigua para después perfeccionarse por los romanos con un cremoso relleno de miel y queso.
Actualmente se caracterizan por estar preparados con una pasta neutra que posibilita sabores tanto dulces como salados, como en el caso de los Mince, una receta inglesa que resulta en una comida completa al estar rellena de proteína.
Entre los más famosos están los de manzana y de calabaza, muy populares a partir de otoño por Thanksgiving hasta Navidad.
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Aunque los pays resultan un acto amoroso y casero, no es escapan de la industrializaciòn, es por eso que se hicieron del dominio público. En los cincuentas, Pays Coronado se encargó de darnos practicidad cuando quisiéramos uno.
En el caso del pay de limón, en México lo más probable es que su popularidad comenzó en los ochentas con la llegada de la cafetería Vips y su pay helado, el cual fue tan demandado que lo empezaron a vender por piezas completas. Si naciste en esta década es probable que tengas en la memoria alguna escena de caricatura con la imagen de un pay enfriándose al filo de la ventana con la impresión de que el olor se filtra tras la pantalla.
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Quien habite en Ciudad Satélite recordará los famosos Herman Pays de costra azucarada con dos opciones a elegir: piña y manzana, era el postre más común de encontrar en las mesas satelucas.