Conoce la historia y origen del agua de horchata, cómo fue que conquistó el mundo y cómo puedes prepararla fácilmente en casa.
La palabra horchata proviene del latín hordeum, que significa cebada, y hordeata, que se refiere a una bebida hecha con cebada. El agua de horchata, en su versión mexicana, apareció en el siglo XVI. Se elabora a partir de una base de arroz, canela y azúcar, lo que le confiere una textura ligera y cremosa. Esta bebida suele consumirse fría o con hielo.
Por Mariana Frias
Las raíces del agua de horchata se remontan a un antiguo elixir médico romano elaborado con cebada. Esta bebida siguió una ruta que la llevó a través de Europa y a través del Atlántico hacia América Latina. Se cree que el origen del agua de horchata se encuentra en la ciudad de Valencia, situada en el Mediterráneo, donde se preparaba con un ingrediente especial llamado chufas. Estas chufas son tubérculos comestibles similares a las almendras.
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En España, la bebida de horchata tuvo sus inicios en sus raíces medicinales y en la utilización de cebada. Durante el período en que los moros gobernaron partes del país, desde 711 hasta 1492, introdujeron la chufa. La mezcla de chufas remojadas y molidas, endulzada con azúcar y aromatizada con canela y cáscara de limón, se convirtió en una bebida común entre la población hispanoárabe en España.
Una de las versiones más populares cuenta que una aldeana llevó esta bebida al rey Jaime I de Aragón, quien quedó deleitado por sus deliciosos sabores. Preguntó cuál era la bebida que le habían servido, y la chica le respondió que era llet de xufa, es decir, leche de chufa. A lo que el rey contestó ¡Això no és llet, això és orxata!, qué significa ¡Esto no es leche, esto es oro, guapa!
A raíz de este relato, la expresión orxata se extendió por todo el territorio español. Después de la conquista, fue como la horchata llegó a México. En el siglo XVI, los conquistadores españoles llevaron arroz, caña de azúcar y canela a México, pero no trajeron chufas, por lo que los ingredientes para su elaboración no fueron los mismos. En lugar de chufas, se utilizan granos de arroz remojados, y no se le agrega limón, pero sí otros ingredientes, dependiendo de la región en la que se prepare.
Esto marcó el inicio de una nueva bebida hecha con arroz, que ofreció a los conquistadores un sabor de hogar. La horchata mexicana se elabora con arroz, canela y azúcar, y algunas variantes pueden incluir semillas de melón secas, coco e incluso avena en algunos casos. Los aztecas preparaban una bebida a base de arroz, canela y azúcar llamada chicha de arroz. Tras la llegada de los españoles a América, esta bebida fue influenciada por la horchata española, incorporando ingredientes como la leche y la vainilla.
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En México, esta bebida es muy popular y se ha convertido en toda una familia de bebidas elaboradas con diversos granos, nueces y semillas. El agua de horchata es fácil de encontrar en taquerías o puestos de comida callejera. Además, se le atribuyen algunos beneficios para la salud, como ayudar en la digestión y reducir el estrés. También es conocida por sus propiedades nutritivas, ya que es rica en carbohidratos y baja en grasas y calorías.
La realidad es que muchos países tienen sus propias versiones de agua de horchata. En el norte de México, todavía existe una versión hecha con cebada, y en cada estado existen sus propias variantes, como en Oaxaca, Chiapas y Colima. Además, en países como Puerto Rico y Venezuela, se elabora con semillas de sésamo, entre otros ingredientes. Por esta razón, hoy te presentamos cinco maneras distintas de preparar agua de horchata de forma rápida, fácil y en casa.
Necesitarás una lata de leche evaporada, una lata de leche condensada, una taza de arroz cocido, cuatro tazas de agua fría, una raja de canela, hielo y canela molida si así lo deseas. Primero, licuarás la lata de leche evaporada, la lata de leche condensada, el arroz cocido, el agua y la raja de canela. Posteriormente, cuela la mezcla y viértela en una jarra. Finalmente, sírvela en un vaso con hielo y, si lo deseas, decórala con canela en polvo.
Primero, mezcla la taza de arroz y la raja de canela con cuatro tazas de agua en una licuadora. Lícualos hasta que el arroz esté molido en trozos gruesos. Luego, vierte la mezcla en un recipiente grande y deja los granos en remojo durante al menos cuatro horas, aunque también puedes dejarlos remojando durante la noche y preparar al día siguiente.
Posteriormente, lícua nuevamente la mezcla hasta que esté ligera y homogénea. Retira la mezcla de la licuadora y cuélala en otro recipiente, luego añade el agua restante, el azúcar y la vainilla. Revuelve hasta disolver el azúcar y refrigera hasta que esté completamente fría. Antes de servir, revuelve la horchata y, si lo deseas, decórala con una rama de canela o espolvorea canela en polvo.
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Coloca el arroz y la rama de canela en un bol grande. Agrega 4 tazas de agua caliente y deja reposar durante toda la noche o al menos durante ocho horas. Luego, tras el tiempo de remojo, coloca el arroz, la canela y el agua en tu licuadora y mézclalos hasta obtener una pasta suave y cremosa. Utiliza un colador y vierte la mezcla en una jarra, removiendo para facilitar el paso del líquido. Añade la leche, el extracto de vainilla y el resto del agua. Agrega azúcar al gusto. Antes de servir, mezcla la horchata y sírvela en vasos con cubitos de hielo.
Primero, remoja una taza de arroz, una raja de canela y ½ taza de almendras en una taza de agua. Deja que la mezcla repose durante toda la noche o durante al menos cinco horas para que el arroz se ablande un poco. Luego, escurre el agua y muele la mezcla en una licuadora junto con una lata de leche evaporada hasta obtener una mezcla ligera y los granos de arroz estén completamente molidos.
Utiliza un colador para eliminar el exceso de arroz. Agrega 1 ⅓ de taza de azúcar, una cucharada de vainilla y 1 ½ tazas de leche de vaca o almendras. Revuelve bien hasta que todo esté perfectamente integrado. Después, añade un litro de agua y sirve con hielo al gusto.
Para preparar agua de avena, necesitarás una taza de avena, siete tazas de agua, endulzante al gusto, dos cucharadas de canela en polvo, una cucharada de vainilla y una taza de leche. En primer lugar, muele todos los ingredientes, excepto las cuatro tazas de agua, en la licuadora. Luego, cuela el agua de avena y reserva la pulpa. Añade el concentrado de agua de avena en una jarra y agrega el agua restante. Finalmente, sirve el agua con hielo y, si lo deseas, decórala con canela.