Durante los siglos XX y XXI la provincia de Quebec ha consolidado su cultura gastronómica, muy diferente a la del resto del norte de América, esto debido a que en sus raíces la cultura quebequense es una mezcolanza de varias otras que se fusionaron por circunstancias históricas.
Los primeros pobladores de esta provincia vinieron de Francia, pero fueron expuestos rápidamente a las tradiciones de las tribus de las primeras naciones circundantes, la cultura indígena. Después de que Inglaterra conquistara la provincia en 1763, inevitablemente también se produjo una infusión de la cultura inglesa.
Pero basta con decir que todas estas culturas han tenido su propio impacto en lo que hoy se considera la cocina tradicional de Quebec. Si todavía te preguntas exactamente de qué va esta gastronomía, aquí hay un resumen de algunos de los platos más populares de Quebec, pero también algunas recomendaciones para conocer el high-end de tres regiones: Charlevoix, Quebec City y Montreal.
La gastronomía clásica de la provincia de Quebec
Tourtèrie
Se trata de un delicioso pay de carne molida sazonada y horneada en forma de pasta. Este plato se remonta a la historia temprana de Quebec, cuando los colonos franceses entraron en contacto con los colonos británicos.
Sopa de chícharos
La sopa tradicional de Quebec generalmente consiste en guisantes amarillos secos, cubos de carne de cerdo salada y zanahorias cocidas a fuego lento en agua que se sazona con hojas de laurel.
Cretones
Esta deliciosa pasta de carne fría se elabora principalmente con carne molida, carne de cerdo sazonada con canela, una planta llamada ajedrea y clavo. Este plato se puede comer solo o con pan tostado. Se trata de una herencia francesa.
Fèves au lard
Básicamente consiste en frijoles que se cocinan lentamente en grasa de cerdo y luego se aderezan con miel de maple.
Tarte au sucre
Es un delicioso pastel de una sola corteza que se rellena con una mezcla de crema, huevo, harina y azúcar morena. De origen francés.
Potine
Es parte del patrimonio de la cocina quebequense. Se trata de un platillo con papas fritas, una salsa gravy y cuajada de queso. Es un plato fusión de descendencia inglesa con francesa.
El High end gastronómico en Charlevoix
En este encantador pueblo, entre el Río San Lorenzo y las montañas, un grupo de chefs y productores han encontrado el sabor de la felicidad y lo comparten en sus mesas.Y así lo comprobamos, Charlevoix se ha puesto en el mapa de los foodies que gustan por develar secretos culinarios. Solamente hay que conocer un poco acerca de los ingredientes que aquí se producen, que en conjunto con la imaginación y el ingenio de los cocineros realmente están haciendo magia.
Un restaurante que se está poniendo de moda es Faux Bergers, un sitio donde la experiencia por comer avasalla los sentidos.Comandado por Émile Tremblay, Andréanne Guay y Sylvain Dervieux, este restaurante se caracteriza por estar fuera de la ciudad, justo en la cava de quesos Migneron de Maurice Dufour, frente a una hermosa granja de ovejas.
Aquí se disfruta de un solo menú, no hay carta y los comensales están a la expectativa de lo que van a servir los chefs; que será una sorpresa. Son ellos mismos, los cocineros y sommelier quienes cocinan, sirven y explican el proceso e ingredientes de cada platillo confeccionado, todos de productores locales, como el queso Migneron o el helado de queso de oveja elaborado con los animales de pastoreo de la granja.
Otro sitio que permite conocer la avanzada gastronómica que aquí se vive es la MicroBrasserie Charlevoix, donde elaboran cervezas de estilos que van desde una saison, hasta una IPA, ryePA o la deliciosa Dominus Vobiscum, la cerveza insignia de esta fábrica.
Sus productos se encuentran en todo el territorio y vale la pena buscar la etiqueta G7, de estilo Lager Ale, creada exclusivamente para el encuentro de presidentes que se llevó a cabo en este territorio. Pero los sabores del agroturismo se conocen y degustan en el hotel Le Germain Hotel Spa Charlevoix, un sitio que tiene restaurantes con excelentes menús y que cada domingo le abre las puertas a los productores de ingredientes y proyectos gastronómicos locales para que comercialicen con los habitantes y turistas que visitan este destino. Allí vale la pena tomar asiento en el restaurante Le Bercail, donde sirven unas tablas de quesos Migneron, entre otros, así como deliciosos embutidos elaborados en la zona. Hay que estar atentos, los viernes por las noches hay dj con música electrónica.
La gastronomía clásica y señorial del destino se encuentra en La Malbaie, en el legendario hotel Fairmont Le Manoir Richelieu. Para llegar allí hay que tomar un tren desde el hotel & Spa Le Germain Charlevoix, que atraviesa montañas y tiene una magnífica vista al Río San Lorenzo. Allí, muy cerca de la estación de La Malbaie se encuentra este resort que opera desde el siglo XIX. Hoy es un clásico y atrae a foodies de diversas partes del planeta debido al talento del chef Pierre-Laurence Valton-Simard, que dirige el restaurante Table et Terroir, un suntuoso espacio gastronómico que incluye en su carta los sabores de la región, como el foie gras, el clásico magret de pato y una deliciosa tártara de emú, productos que forman parte del programa “La route des saveurs” de Charlevoix, que consiste en adquirir solamente productos del terroir Charlevoix en un radio menor a 50 km.
- Visita Turismo Charlevoix : tourisme-charlevoix.com
Quebec City y la herencia Francesa
Un viaje de 24 horas permite conocer el nivel de gastronomía que se puede encontrar en la Ciudad de Quebec. Para nosotros es una de las 20 mejores ciudades para los foodies glotones. Lo único malo es que después de 48 horas en la Ciudad de Quebec los aromas y los sabores no nos dejan regresar a casa.
Y es que a los quebequenses les encanta comer, la herencia francesa está muy arraigada y hay una serie de especialidades que ningún viajero debe de perderse cuando visite la ciudad, tal es el caso de la poutine, que en la última década ha optado por incluir una serie de sides novedosos en este tradicional platillo para llevarlo a otro nivel, así se comprueba en diversos establecimientos ubicados en el Viejo Quebec, pero vale la pena visitar la isla de Orleans, ubicada a solamente unos kilómetros del Viejo Quebec. Allí se encuentra Cassis Monna & Filles, una productora de licor de casis que desde hace décadas produce sus deliciosos licores de esta fruta, sin embargo hoy cuentan con el restaurante La Monnaguette, que tiene una increíble vista a la parcela de casis, donde se puede degustar la poutine, sólo que aquí le han agregado un delicioso gravy de pato. También hay ensaladas con queso de cabra y compota de casis, postres y cervezas locales a las que también le agregan –opcional- esta fruta.
De tipo contemporáneo es Laurie Raphael, un restaurante comandado por uno de los chefs más populares para las nuevas generaciones, Raphaël Vézina, un entusiasta de la comida ‘locavore’ que está profundamente conectada a las raíces de Quebec. Curioso y apasionado, Raphaël nació con la alta gastronomía gracias a su padre, el chef Daniel Vézina y nunca quiso hacer otra cosa.
Su cocina es elegante, compleja y delicada, con gran atención a la presentación y calidad de los ingredientes. En un ambiente avant garde pero íntimo, el menú gourmet en constante cambio se basa en varios temas: transmisión de sabores, nueva ola, gastronomía patrimonio de Quebec y las tradiciones de las cocinas clásicas, que permiten a este ardiente defensor del trabajo artesanal crear platos únicos, según la estación.
Sin duda el clásico restaurante es Le Saint-Amour, un spot que se ha convertido en un clásico desde hace 25 años, dirigido por el chef Jean-Luc Boulay, nacido en Le Mans, Francia y hoy un personaje que se ha vuelto una estrella de la televisión al participar en distintos programas.
Jean-Luc elabora una gastronomía francesa tradicional pero con el twist quebequense, incluyendo, obvio, el mejor foie gras de Quebec (presentado en distintas formas) que atrae a estrellas como Paul McCartney, Sting y a los integrantes de Metallica.
- Visita Turismo Quebec: https://www.quebecregion.com/es/
Montreal Avant Garde
Los restaurantes de Montreal se encuentran entre los mejores del mundo y ofrecen todos los tipos de cocina imaginables en la más amplia variedad de espacios. Es una ciudad habitada por personas de diversas partes del mundo, por lo que abunda la buena cocina en cualquier rincón esta urbe. Las ofertas también están disponibles para el experto comensal, como sucede con Montréal Plaza, el nuevo restaurante de la ciudad que en poco tiempo se ha puesto de moda.
Los restaurantes de Montreal se encuentran entre los mejores del mundo y ofrecen todos los tipos de cocina imaginables en la más amplia variedad de espacios. Es una ciudad habitada por personas de diversas partes del mundo, por lo que abunda la buena cocina en cualquier rincón esta urbe. Las ofertas también están disponibles para el experto comensal, como sucede con Montréal Plaza, el nuevo restaurante de la ciudad que en poco tiempo se ha puesto de moda.
El diseño del restaurante lo ejecutó el taller de Zébulon Perron y los resultados se llevan los aplausos al igual que la cocina. Las paredes y los techos altos y los accesorios de vidrio esmerilado crean un espacio luminoso, que conjuga a la perfección con la cocina abierta. Pero lo que acontece aquí sin duda es la comida de Crête y Johnson, quienes elaboran una deliciosa gastronomía de fantasía que hace que el comensal cierre los ojos en cada bocado.
En la carta no hay nada familiar, así que el comensal está a la deriva, a la sorpresa, pues son combinaciones extrañas que nos hacen pensar mucho. Como los caracoles de mar gratinados con manteca de miso o las brochetas de corazón de pato. Básicamente, se trata de una cena de pequeñas porciones, así que con tres platillos por persona es suficiente.
Otro restaurante de experiencia es Labo Culinaire – Foodlab, que se ha caracterizado por incluir el concepto “de la tierra a la mesa”, además que se encuentra en el tercer piso de un lugar alucinante, la Société des Arts Technologiques, un espacio cultural dedicado a la promoción y conservación de obras de arte que utilizan nuevas tecnologías.
Los fogones están comandados por el chef Adrien Renaud, que ejecuta cocina de temporada, en su mayoría orgánica, como lo comprobamos con la ensalada de tomates con focaccia, queso mozzarella, mascarpone y brotes de hierbas; la tártara de ternera; o la pierna de cordero con ratatouille y coliflores, todo maridado con las recomendaciones que hizo la sommelier Maude Rochette, quien cambia la carta de vinos cada mes, además de una gran selección de cervezas locales, algunas de colección y otras de edición especial.
Sin duda el mejor lugar para disfrutar de los alimentos es la terraza, que goza de una fabulosa vista de la ciudad, además que regularmente proyectan trabajos de video mapping elaborados por los artistas que colaboran en Société des Arts Technologiques, todo al compás cronometrado de una gran selección de música underground que ambienta la velada.
- Visita Turismo Montreal : www.mtl.org/en
