Con clásicas como la de deshebrada o la de frijoles con queso, las gorditas Lily son un manjar que solo se encuentra en Chihuahua.
Una fila de personas espera frente a un mostrador donde cuatro mujeres cocinan, preparan, despachan y cobran gorditas rellenas, en la ciudad de Meoqui, Chihuahua. Entre quienes esperan hay habitantes locales, personas que cargan gasolina en la estación continua, traileros, turistas perdidos. Así es una fría mañana cualquiera en Gorditas Lily.
Por Ollin Velasco
Las Gorditas Lily son clásicas en la capital de Chihuahua y un poco más al sur del estado. Cuando uno llega a la zona y pregunta por una comida rica, práctica y accesible, la respuesta es clara: las sucursales de Lily, una pequeña empresa local que ha salvado a muchas almas hambrientas y hasta con pocas opciones abiertas desde muy temprano.
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Según cuentan sus fundadores, todo empezó en 1997, cuando una joven pareja que viajó al sur de la república, donde les surgió la idea de poner un negocio de gorditas con sabor norteño.
Al volver a su tierra, lograron instalar el primer puesto de esta comida en la ciudad de Delicias. Éste, a pesar de ser muy pequeño, se fue ganando el gusto de quienes lo encontraban en su camino al trabajo.
De esta manera, la pareja abrió un primer local llamado Lily 1, que luego dio paso a la sucursal Lily 2. Hoy tienen sucursales en las ciudades de Chihuahua, Meoqui y Delicias.
Actualmente, las gorditas Lily tienen instalaciones renovadas, con una línea de producción a la vista en sus sucursales, donde quienes quieren comprar eligen los sabores de las gorditas, pagan y las reciben en su respectiva mesa, o empaquetadas para llevar a casa.
Las opciones que tienen disponibles son deshebrada roja, papas a la mexicana, nopalitos, chicharrón, asada, picadillo, rajas con creso, frijoles con queso, papas a la mexicana con queso, deshebrada verde, chile pasado, papas con chorizo, pollo con crema, machaca con huevo, bistec ranchero, cochinita pibil, chicharrón prensado y quesadillas con crema de avellana, por si tienes un antojo dulce.
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Quienes han consumido esta comida típica desde 1998, aseguran que las especialidades de la casa son las rellenas de deshebrada, así como la de frijoles con queso.
Las gorditas se hacen con harina de trigo, vuelta círculos de unos 20 centímetros de diámetro, que esponja perfectamente una vez que se les pone sobre la plancha caliente, prensadas al tiempo con tapas pesadas hechas a la medida.
Luego que se cocinan por ambos lados, con un cuchillo se cortan por la mitad y se rellenan con guisos. La orden llega a la mesa con una porción de salsa picante, y con la opción de acompañar la comida con bebidas frías. Ojo: no venden ninguna caliente.
La fila para comprar gorditas ha disminuido. Sobre las mesas muchos ya disfrutan de sus alimentos humeantes; afuera, un grupo de varios traileros comen con café en mano, a pesar de los 4 grados centígrados que caen sobre Meoqui. Nada quita el placer de comerse una buena gordita Lily.