Te contamos sobre los ligeros cambios que hacen diferente al merengue italiano del merengue suizo. Dos elementos favoritos dentro de la repostería.
Si eres amante de la repostería, esta es una de las principales preparaciones que se dominan y aprecian para la categoría de pasteles y tartas. Existen diferentes tipos de coberturas, dentro de los que encontramos al merengue italiano y el suizo. Ambos son favoritos, aunque cada uno tiene una razón de ser, así como método de preparación que los hace aptos para distintos postres.
Por: Desiree Perea
Para preparar diferentes merengues para utilizar en repostería, podemos encontrar tres básicos: merengue italiano, suizo y francés. Dentro de estos, se pueden utilizar de manera similar, pero algunas veces se prefiere uno sobre otro por su consistencia o resistencia a las altas temperaturas.
Sin embargo, estas tres preparaciones comparten dos ingredientes. Las claras de huevo y el azúcar son los elementos encargados de conformar el merengue adecuado. Una de las primeras diferencias entre el merengue italiano y el suizo es la presentación de los ingredientes.
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En cuanto a la preparación de ambos es donde encontramos los agentes principales que los hacen diferentes entre sí. En cuanto al merengue italiano, la preparación inicia con el jarabe de azúcar que, a diferencia del merengue suizo, se crea una mezcla entre claras y azúcar granulada. El jarabe o almíbar se debe mantener en una consistencia líquida, ligeramente espesa. Aquí se debe tener especial cuidado para no convertirlo en caramelo. Además, la temperatura al manipular el almíbar es peligrosa.
Se debe dejar reposar un par de minutos para que la temperatura no afecte las claras al momento de batir. Mientras que, para el merengue suizo, se ponen a calentar ligeramente las claras con el azúcar granulada hasta lograr una mezcla uniforme. De esta manera, el incorporar por igual ambos ingredientes, se obtiene un merengue más firme.
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Como mencionamos anteriormente, las diferencias entre el merengue italiano y el suizo se encuentran durante la preparación. Sin embargo, también es posible identificarlos de acuerdo a los postres en los que se incluyen. En cuanto al italiano, se incrementa la temperatura de las claras gracias al almíbar. De esta manera, puede utilizarse sin peligro alguno de manera fresca.
Dentro de la recetas comunes, encontramos que son un gran elemento para añadir un toque de cremosidad si se preparan postres frutales. Así puedes optar por dejar el sabor tradicional dulce o añadir algún jarabe o esencia.
Por último, el merengue suizo mantiene una resistencia mayor a la temperatura, por lo que puedes hornearlo por un par de minutos para darle un color dorado. En cuanto al merengue italiano, puedes utilizarlo como decoración o ingrediente para preparar mousses o el clásico souffles.
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