Aprende a diferenciar entre encurtidos y escabeches

Seguro alguna vez escogiste algún escabeche y lo llamaste encurtido, sin saber que son cosas totalmente distintas. No te culpamos: la verdad es que a simple vista parecen lo mismo. A continuación te explicamos la diferencia entre encurtidos y escabeches, para que no te confundas más y además aprendas a hacerlos correctamente.

Por Scarlette Trejo

Para comenzar, es importante tener claro el concepto de encurtido. Según Larousse Cocina, se define como una preparación que consiste en dejar macerando en vinagre ciertos frutos o legumbres para que se conserven; así mismo, es el nombre que recibe como tal el proceso de conservación.

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Para llevar a cabo este proceso es necesario acidificar las verduras u hortalizas a utilizar. Aunque en la mayor parte de las veces se utiliza vinagre para este proceso, existen otros líquidos que realizan el mismo proceso, tales como la salmuera. No obstante, existen conservas que utilizan una previa fermentación para inducir el proceso por medio de bacterias que produzcan ácido láctico.

Foto cortesía Flickr/Antonio Samper

Un ejemplo clásico de encurtidos son las aceitunas, ajos y cebollas, que se someten a maceración prolongada a fin de conservarse para futuras preparaciones. Cabe resaltar, que este método de conservación de alimentos es de los más antiguos del mundo.

Escabeches: preparaciones llenas de sabor

Foto cortesía de Flickr/ Gónzalo Hernández Araujo

La diferencia más marcada entre un encurtido y un escabeche radica en el uso de especias como orégano, pimienta gorda, clavos de olor, laurel, etc., así como aceite frito e incluso vino blanco. De igual forma, se utilizan verduras u hortalizas precocidas o salteadas en aceite, lo cual aporta más sabor a la preparación. Un ejemplo de un escabeche muy cotidiano son los chiles en escabeche.

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En México, los chiles en escabeche se utilizan como guarnición o como complemento de otras preparaciones. Su sabor es fuerte y picante y el vinagre, junto con todas las especias, logra toda una experiencia en la boca. Ahora que ya sabes cuáles son las diferencias entre estas dos preparaciones, ¿te animarías a preparar alguna de ellas en casa?