El pastel red velvet es una de las delicias de la repostería que se caracteriza el color de sus capas. Conoce más sobre su origen y el logro de su color.
Dentro del mundo de los pasteles existen recetas que se mantienen como las opciones populares a nivel mundial. Tal es el caso del pastel red velvet, que puedes encontrar en diferentes presentaciones además de pastel. Desde cupcakes, cakepops y hasta en galletas o bebidas. Conoce sobre su historia y lo que hace especial a este sabor conocido popularmente como terciopelo rojo.
Por: Desiree Perea
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Uno de los primeros relatos que se cuentan acerca del origen del pastel red velvet tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Debido a la escasez de productos para preparar sus recetas, los panaderos identificaron en el jugo de remolacha un ingrediente que ayudaría a hacer rendir sus pasteles. También aportaba a la humedad por más tiempo de los bizcochos.
Por otro lado, existe una versión que presumen los americanos donde cuentan que este pastel nació en la ciudad de Nueva York. Dentro del famoso hotel ‘Waldorf-Astoria’, presentaron este pastel en uno de los bailes que se organizaban en el salón de eventos. La delicadeza del sabor, textura y minimalismo de la decoración lo hicieron en postre perfecto del acontecimiento.
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Sin duda la forma más fácil de obtener el color rojo intenso del pastel red velvet es con ayuda del colorante comestible. Si bien uno de los ingredientes principales es el cacao en polvo, este elemento tiene un color natural color café, por lo que el colorante hace frente y gana en los colores de la mezcla.
Sin embargo, es posible aprovechar el tinte del jugo de betabel para esta receta. De hecho, las primeras recetas utilizaban este jugo para darle color a diferentes preparaciones, más allá del color, tiene más aportaciones en cuanto a la textura y humedad. Para el pastel red velvet es de suma importancia lograr una gran suavidad, que se perciba desde el primer bocado en el paladar.
Por otro lado, para la decoración de este pastel no puede faltar el betún de queso crema. A través de este lácteo es posible equilibrar el dulzor e intensidad del cacao. Además, contiene el elemento ácido justo para poder hacer brillar todos los sabores. El betún debe tener una textura suave y aireada para poder colocarlo como relleno sin romper los bizcochos.
Es así como puedes identificar los sabores auténticos del pastel de tercipelo rojo. Se ha vuelto un clásico en cafeterías y pastelerías. Y por sus colores, es un postre que se prepara comúnmente durante la temporada invernal.
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