La cocina puede ser una gran pasión, que cuando envuelve otras áreas de nuestra vida, nos negamos a soltar. Podemos permitirnos hacer grandes cambios, pero […]
La cocina puede ser una gran pasión, que cuando envuelve otras áreas de nuestra vida, nos negamos a soltar. Podemos permitirnos hacer grandes cambios, pero el dejar la cocina es de las pocas cosas que nos dará la sensación de tener un hogar fortalecido. Eso es lo que le sucede a Meryl Streep en “Enamorándome de mi ex”, donde su personaje Jane es propietaria de un restaurante y pastelería, que después de haberse divorciado de Alec Baldwin (Jake) se ve inmersa en una serie de conflictos que solo el tiempo la lleva a superar, haciéndola ver que el amor vuelve a tocar su puerta con ojos de Steve Martin, que interpreta a Adam, un arquitecto que rediseñará su cocina.
Es así como su estado de ánimo se ve reflejado en cuanto prepara y su cocina se convierte en testigo de tus pasos que la llevan a considerar volver con su ex esposo o darle vuelta a la página para lanzarse a los brazos de un nuevo amor llamado Adam.
Además de ser divertida y entretenida, nos deja con el antojo del helado de lavanda que Jane hace tan bien y de sus crossaints de chocolate que requieren de un delicado procedimiento.
Por Ingrid Cubas
@ingrid_cb