Los amantes del café siempre estamos buscando la mejor taza y el mejor sabor. Sin embargo, hay ciertos errores que todos hemos cometido con este elixir. Por ello, nos dimos a la tarea de buscar qué son aquellas cosas que jamás debes hacerle a tu café.
Durante la Expo Café en el World Trade Center de este año, charlamos con Ariadna Chaparro, barista senior que es parte del equipo de Sanremo Latin, maestra de Coffee Matters Schools y actual campeona de la Competencia de Baristas 2017. Ella nos explica cuáles son las cosas que nunca debes hacer con el café.
Por Alina Hernández @alinahernan
Hervir el agua
Hervir el agua es un gran no. El agua, mientras más hierve, más se acidifica y eso afecta al café, por lo cual, es importante que no haga ebullición. La temperatura máxima que debe alcanzar el agua es de entre 80 y 90 grados y, para reconocer que ya está en ese punto, basta con observar si se presentan formas de gusanitos que ascienden a la superficie, pero sin llegar a explotar como burbujas. En ese momento, se retira el agua del fuego y se vierte el café.
Comprar café muy tostado
Contrario a lo que se creía. El café no es mejor, mientras más tostado esté, pues ese tipo de tuestes no son buenos debido a que los aceites del café se exponen y dañan tanto al equipo como al cuerpo humano, pues provocan acidez, reflujo y gastritis. Lo más recomendable es un tueste medio, medios altos, que nunca brillen y que sean color mate.
Comprar cafés comerciales
Los cafés comerciales suelen tener defectos y, a pesar de que el café no caduca, va perdiendo notas. A partir del día 30, su sabor desaparece o solo sabe a tostado. Lo que debe hacerse antes que nada es invertir en un molino para solo moler la cantidad que se va a usar en el día.
Basarte solo en la fecha de caducidad
La gente por lo regular se fija en la fecha de caducidad, pero esa información no es lo verdaderamente importante. Así que, desconfía si un café te dice que caduca en un año. Mejor, revisa la fecha de tostado. Esa sí es importante y, a partir de allí, cuenta 30 días para consumirlo.
Echar poco o mucho café
Muchos de nosotros dudamos de cuánto café se necesita por taza y solemos ponerle mucho o muy poco. Para hacer un americano, debemos tomar en cuenta que el promedio de líquido que cabe en una taza es de aproximadamente 300 mililitros. Para esta cantidad, deben usarse de 4 a 5 cucharadas soperas.
Utilizar el mismo tipo de molido para todas las cafeteras
Para cada cafetera hay un tipo de molido. Si se utiliza el mismo, se corre el riesgo de no obtener todo el sabor del café.
Para la cafetera moka o italiana, se usa una molienda muy fina, pues esta máquina busca dar una extracción muy parecida al exprés. Esto ocurre porque cuando hierve el agua, pasa por un tubo y se obtiene un café cremoso. Para la prensa francesa, se requiere una molienda gruesa, debido al émbolo con el filtro de metal que tiene.
Después de infusionar y extraer, es necesario pasar el café a otra taza para que no se vayan sedimentos. En el caso de la percoladora o cafetera eléctrica, se debe mojar el filtro y buscar un molido intermedio.
Otra forma de disfrutar este grano es el tradicional café de olla. Estas son sus características: