Hablar de tamales abarca mucho más que el que puedes encontrar en la esquina; los tamales adoptan distintas formas y aquí te contamos sobre algunos tipos de tamal.
Los tamales en México son parte de la gastronomía cotidiana. Están en las calles por las mañanas y por las tardes y son un platillo muy completo que puede ayudarte a sobrellevar una larga jornada. Además, hay de muchos tipos y en cada rincón del país tiene sus sabores, rellenos, salsas y formas particulares. A continuación te presentamos 4 tipos de tamales que debes probar una vez en tu vida.
Por Alina Hernández @alinahernan
Los hay oaxaqueños y chiapanecos, así como guerrerenses. Para hacerlos, se extiende la masa en un cuadro de hoja de plátano y encima se añade el relleno. En Chipas, agregan una variedad muy amplia de ingredientes, como mole y ciruela.
Esta es la forma más clásica en las calles de la ciudad de México. Los más populares son los de salsa verde y el de rajas con queso. Aunque también existen versiones más gourmet, como tamal de champiñones con salsa verde, frambuesa con queso y hasta de costilla.
Se envuelven en una hoja de milpa y el lado más grueso se dobla para que de esa manera se haga una especie de cono. La corunda tiene esta forma y es un tipo de tamal muy típico de Michoacán, estas se comen acompañadas de queso, crema y salsas picantes.
El zacahuil es el tamal más grande de todos. Este es propio de la región Huasteca y se prepara en una tina de metal; puede llegar a medir tres metros y pesar hasta 50 kilos. La manera de cocerse es en un horno horizontal de tierra y se calienta con brasas de leña. Es muy común encontrarlo en los mercados y se sirve en platos hondos, acompañado de chiles jalapeños y zanahorias en vinagre.
El tamal de bola proviene de tierras chiapanecas. Están rellenos de cerdo, pierna o costilla. Y para darles un toque típico, vienen aromatizados con tomillo, orégano y comino. La salsa puede ser de jitomate, tomate verde, con chiles anchos rojos.