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“Copa de por medio” con el sommelier Vicente Mendoza de Life is Grape y Deby Beard

Por: Deby Beard 16 Jun 2020

Vicente Mendoza, Head Sommelier de Life is Grape, nos guía en un viaje sensorial rico en detalles con dos vinos italianos extraordinarios. ¡Acompáñanos!

En otra sesión de “Copa de por medio”, está conmigo Vicente Mendoza, Head Sommelier de Life is Grape. Me encanta la actitud que tiene Vicente, la misma que tienen los hoteleros y la gente que siente pasión y gran amor por lo que hace. Ha trabajado en Las Vegas y es sommelier de puros, habanos, Rioja, especialista en vinos italianos y jerez. Tiene mucho conocimiento y sabe perfectamente cómo transmitirlo. Gracias por estar con nosotros.

Deby, gracias a ti, por esta presentación. Es un placer estar contigo.

Hoy vamos a catar dos vinos italianos, maravillosos ambos. Y como al vino se ingresa por el mundo de los sentidos, nos vas a llevar de la mano para convertirnos en amantes del buen vivir, el disfrute, el goce y sabe descubrir los secretos que hay detrás de la uva. Ya tengo el segundo vino decantado y el primero, un Nebbiolo, listo en una copa Riedel, por supuesto.

Yo también ya tengo el Nebbiolo en una copa Riedel, en la de Pinot Noir, porque las cualidades de ambas uvas son muy similares. Comenzando por el color, y por esas notas terrosas que nos da el suelo de la región donde se desarrolla este Nebbiolo italiano. Es de Cordero di Montezemolo. Una bodega que se establece desde 1340 y que van 19 generaciones, todas de familia, que han liderado esta bodega en Piamonte, Italia. Es de Luca Cordero di Montezemolo, ex director de la escudería Ferrari de la F1.

La bodega y los viñedos se encuentran al Noreste de Italia, en la cuna del Nebbiolo y el Barolo que es el vino de reyes. Éste es un Nebbiolo de Langhe, dentro del pueblo de La Morra. Una de las principales zonas de barolos y nebbiolos. Los Nebbiolo de La Morra nos otorgan vinos más redondos, elegantes y sutiles, no por eso mejores que los de Serralunga, que tienen características más tradicionales con uvas de mayor potencia y más tiempo de crianza en botti.

Cuando se sabe utilizar bien la tecnología en conjunto con la tradición, el resultado son vinos que tienen carácter y personalidad. Porque nos hablan justamente de la tierra con esa sinfonía que logran.

De hecho, el vino se hace principalmente en el campo. Podría decirse que es una ópera agrícola, porque el suelo, el clima, la altitud juegan un papel fundamental. Especialmente en el caso de los Nebbiolo que se utilizan para crear los Barolo.

Para comenzar la cata, tenemos un Nebbiolo de vides de aproximadamente 15 años, que son las plantas jóvenes de esta bodega. Tiene un ligero afinamiento en madera de 6 o 10 meses. Es importante saber que la uva Nebbiolo esta muy de moda en México, pero no tenemos que buscar la misma personalidad en un Nebbiolo mexicano que de un Nebbiolo piamontés. Son totalmente diferentes. El italiano tiene colores más tenues y apagados. Aquí tenemos un 2018 color granate, clarito. Podemos ver a través de la copa, ese color es el típico del piamontés. Los del Valle de Guadalupe, al ser otro suelo, clima y variedad, presentan más coloración y estructura.

En aroma tenemos fresa, frambuesa, algo de cuero y tierra mojada, además de un poquito de hoja de tabaco. Para mí siempre delata que está hecho en el Norte de Italia.

Estas notas están muy bien integradas en la parte frutal y de sotobosque.

Puedes notas esa notita balsámica de mentol y eucalipto que se siente fresca en la nariz.

Es como dices, una sinfonía que nos regala en boca unos taninos dulces.

Correcto, es un vino muy joven y su acidez fresca y crispante es característica de los vinos del Norte de Italia. De repente la gente piensa que puede tener un desequilibrio, pero no es así. Es la característica de esta uva, una acidez densa, fresca y alta. Este vino lo podríamos guardar mínimo por 10 años.

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No resulta goloso, esta acidez le da esa alegría y nos divierte mucho.

Por lo tanto les recomiendo que lo tomemos a una temperatura de 16 grados. Es un vino excelente para acompañar pastas, ravioles, ragú, carne de venado, jabalí, cordero.

Se dice que el verdadero romance viene cuando el vino y la comida vienen de la misma tierra. Es el maridaje perfecto.

El maridaje regional, que le llamamos nosotros. Normalmente los vinos van muy bien con la gastronomía de la misma región. Es muy difícil empatar un vino extranjero con un mole oaxaqueño o un mole poblano. Más sin embargo, si le ponemos un vino mexicano, tipo una Cabernet o una Merlot con un buen paso por barrica, el mole va a quedar muy bien. ¿Por qué? Porque es parte de la tierra, de la gastronomía de la región. El regional es uno de los mejores maridajes que podemos tener.

“Copa de por medio” con Deby Beard y Vicente Pliego, cofundador de Bodegas Pinea

Está exquisito, me gusta mucho el equilibrio que tiene. Y este final tan cariñoso y amigable. Porque los vinos tienen que ser amigables. Más que entenderlos, hay que disfrutarlos, y que nos hablen de su DNA, de su terroir, de su historia, de sus viñedos, pero que sea fácil, entendible.

A mí sí hay algo que me fascina es lo que hay detrás de cada vino. Y eso es parte de la filosofía de Life is Grape. Cada una de nuestras etiquetas tiene una historia interesante detrás.

Todo en la vida tiene que tener na historia interesante. Estoy lista con mi decantador para el segundo vino. Tú también ya lo decantaste.

Ya, e hice una operación que los sommeliers hacemos mucho en los restaurantes. Decantas una hora u hora y media y lo regresas a la botella para que la gente pueda ver lo que está tomando. Obviamente decanté en un decantador Riedel. Este vino es de la bodega Podere Le Ripi en Montalcino, y vamos a probar un Brunello du Montalcino, pero uno especial.

Esta bodega es reciente, de 1998. El fundador buscaba un sueño, no sabía cuál, pero quería hacer algo excepcional y con muchísima calidad. Porque es fanático de la calidad. Cuando viene de Suiza y busca un lugar en la Toscana y da con este sitio en la parte Este de Montalcino, se enamora. Al comprar el terreno, se encuentra con que tiene vides ya plantadas. Así inicia su proyecto con Podere Le Ripi, y tee stoy hablando de Francesco Illy, los productores del café. Desde la montaña donde está la bodega, puedes ver enfrente el castillo Illy. Y vamos a probar un Brunello de Montalcino de 2012, Cielo d’ Ulisse.

La bodega produce tres tipos de esta uva. Tienen viñedos tanto del lado Este como Oeste. En este caso, éste proviene del Oeste, que tiene una altura de 150 metros sobre el nivel del mar, clima cálido, fresco por la mañana. Suelo galestro. Éste es un Brunello femenino, las características del suelo y el clima en este lado del viñedo nos dan un Brunello de corte más delicado y elegante que los que estamos acostumbrados con ese poder, carnosidad y estructura. Tiene 36 meses en barrica grande o botti.

La añada 2012 en Montalcino fue calificada como una de las mejores, así que, adelante.

Las iridiscencias centellan, iluminan la estancia. Es como crear un tiempo distinto. Un viaje a través de los sentidos. Un coro maravilloso. Platícanos en nariz de este aroma con integración de tostados, chocolate, vainilla y fruta.

Tiene bastante tostado, vainilla, el cuero que encontramos en el Nebbiolo. Y tenemos frutos más maduros, e igualmente una nota de eucalipto balsámica. Este vino es más complejo, nos da más respeto y nos dice que ya está preparado, ya es mayor de edad. Nosotros podemos beber un Nebbiolo 2018, pero un Brunello necesita cuatro años para salir al mercado. Ahorita podríamos estar probando un 2015 o 1016 y no se los aconsejo. Este vino a pesar de ser de 2012, aún tiene mucho potencial de envejecimiento. Aunque nos dice que ya está listo para nosotros.

Como dices, un vino que nos inspira respeto y que no es para coquetear con él, sino para enamorarnos con su complejidad y elegancia que nos llena las papilas gustativas, la parte aromática, visual. Una poesía. En boca se siente largo, masticable.

Sedoso y con gran acidez, a pesar de que es un 2012 nos hace salivar, coquetea con nuestra lengua. Esas notas de madera y tostados en el retrogusto, más aparte esa fruta madura, ese higo, esa zarzamora, frutos más negros.

Hablabas que es el 2012, me recuerda una frase de Marco Tulio Cicerón que dice: “Los hombres son como los vinos, la edad agría a los malos y mejora a los buenos”. Ademas, sabes. Somos el único animal que bebe sin sed. Sabemos disfrutar buenos vinos.

Illy nos dice que la excelencia nos da momentos inolvidables, por eso busca excelencia en lo que hace, sea café o vino.

Gracias por compartir estos maravillosos vinos de Life is Grape. Me imagino que en estos tiempos que estamos viviendo, estás dando muchas catas.

Sí, en esta época difíciles es momento de reinventarse. En Life is Grape hicimos un programa con la Cámara de Comercio Italiano semanal en donde, además de la cata, vemos un tema especial. Nada más había que comprar los vinos. Hicimos cuatro y lo estamos replicando a través de Life is Grape, porque tuvimos una excelente respuesta. Vamos a tener opciones de tres catas, cuatro, cinco o seis. Cada semana veremos un vino de diferente estilo, para que la gente se adentre en este maravilloso mundo.

Una plática llena de sensaciones, antojos y detalles ricos, que te recomendamos disfrutar al lado de Vicente Mendoza y Deby Beard en el video que acompaña la nota. Si quieres inscribirte a las catas que imparte el sommelier en Life is Grape, consulta los detalles en las redes sociales y la página web. O, de igual forma, puedes buscar a Vicente Mendoza en sus redes sociales. ¡Valen totalmente la pena!

Catamos los vinos Origo en Garum y ésta fue nuestra experiencia

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