Sicilia, la isla mediterránea más grande, es una de las joyas de Italia. Aquí conocerás la historia de unos viñedos muy peculiares.
Sicilia, la isla mediterránea más grande, es una de las joyas de Italia. Su rica historia se refleja en sitios como el Valle de los Templos, las ruinas bien conservadas de siete templos griegos monumentales de estilo dórico y en los mosaicos bizantinos de la Capilla Palatina, una antigua capilla real en la capital, Palermo. En el extremo oriental de Sicilia se encuentra el monte Etna, uno de los volcanes activos más altos de Europa.
Por Deby Beard.
En este territorio extraordinario, en la costa oriental de Sicilia, uno de los volcanes más activos del mundo ha creado un ambiente único: los productos que derivan de la actividad del volcán y sus lavas solidificadas son materiales piroclásticos “tefra”, es decir, ceniza y lapilli que se depositan uno encima del otro y que hacen del Etna un “estratovolcán” caracterizado por erupciones efusivas que alternan a la naturaleza de una manera explosiva.
En esta tierra negra se alzan viñedos, terrazas, bosques, muros de piedra seca y antiguas casonas. Etna es la fuerza de la naturaleza en su estado más puro y primordial, pero el cultivo de la vid aquí se remonta al siglo XVII, cuando se construyeron los primeros ‘palmenti’ para el prensado de uvas.
El clima cálido, la brisa marina y el suelo volcánico rico en nutrientes, han hecho que desde tiempos de los antiguos griegos se viva una tradición vinícola muy arraigada, que en la actualidad se ha potenciado con grandes productores, en los que destaca Donnafugata.
Un paseo por los sabores tradicionales de Sicilia
Además de su herencia vinícola, la bodega está influenciada por el arte y la cultura italianas. Su nombre, Donnafugata, se refiere a la novela de Tomasi di Lampedusa titulada Il Gattopardo, y significa donna in fuga, o mujer en fuga, en referencia a la historia de una reina que encontró refugio en la parte de Sicilia donde hoy se encuentran los viñedos. En la parte visual, las etiquetas de sus botellas son obras de arte creadas o inspiradas por Gabriella Rallo, como un homenaje al arte y la literatura italiana.
En Donnafugata conviven la producción de vinos maravillosos con la fuerza de la naturaleza. Es sorprendente que un lugar donde la actividad de un volcán activo sea el lugar perfecto para el cultivo de viñedos, y que por sus cualidades tan únicas se consideren entre las mejores cosechas de Italia. Esto se debe a que los suelos son los más fértiles, y por ello Donnafugata cultiva las variedades autóctonas más representativas y ricas de la zona, que son Carricante, Nerello Mascalese y en pequeñas cantidades Nerello Cappuccio.
Para añadir un toque aún más espectacular a sus vinos, la edad de las vides puede superar los 70 años, por lo que las cosechas obtenidas son irrepetibles en todo sentido.
Al igual que Italia, los vinos de Donnafugata tienen un encanto mágico que nos maravilla y nos llenan el alma con alegría. Sus etiquetas, llenas de movimientos y colorido, son parte de la alegría y energía que se vive en esta acogedora bodega, tan única como las vistas irrepetibles al volcán.