Con los cambios tecnológicos, económicos y sociales, la prioridad de las empresas debe ser poner al individuo al centro de la estrategia y, de este modo, ofrecer verdaderas experiencias que promuevan su desarrollo y crecimiento, lo que sólo puede hacerse dándole un sentido al trabajo en sí mismo. Aprender a aprender es una habilidad necesaria para crecer. Si bien las empresas deben contar con planes de capacitación y desarrollo para sus equipos de trabajo, al final los profesionales son los responsables de poner en práctica este conocimiento y nuevas habilidades. Para ello, deben…
Aprender a aprender
Hoy, todo apunta a un panorama económico en el que varios pequeños proveedores generarán productos y servicios en un mercado donde las grandes empresas serán quienes darán la infraestructura y las plataformas necesarias. Hablamos por ejemplo de la Gig Economy, en donde existe una relación laboral de corto plazo para desarrollar tareas específicas. Estos modelos económicos, cada vez más frecuentes, representan una oportunidad para replantear el sistema educativo y alinearlo con las necesidades de los nuevos negocios y el futuro del trabajo.
El nuevo sistema laboral demanda personas con mayor capacitación y tendencia al aprendizaje constante. Por otro lado, la tendencia demográfica de una mayor esperanza de vida está resultando en carreras profesionales más largas, como la de 70 años pronosticada para los Millennials.
Ante esta demanda global de profesionales ha surgido el concepto de Empresa Social, que toma como punto focal lo humano buscando mejorar la experiencia de las personas que trabajan como empleados y externos, creando súpertrabajos, y dando significado al trabajo.
El último estudio “Tendencias de Capital Humano 2019” de Deloitte México, detecta que para México una de las tendencias más importantes es el aprendizaje, sin embargo, sólo el 15% de las organizaciones está listo para enfrentar este reto.
¿Cómo podemos lograr un continuo aprendizaje? Esto podría darse a través de un rediseño del trabajo con un enfoque en la persona y el conocimiento, lo cual permitirá a los empleados comprender continuamente su trabajo, su evolución, hasta lograr apropiárselo y mejorar lo que están haciendo.
En un escenario ideal y en un futuro no muy lejano, la educación y el aprendizaje, deberán estar personalizados desde temprana edad. Asimismo, se deberá establecer un seguimiento continuo para descubrir las necesidades de cada persona, sus gustos y qué es a lo que se quieren dedicar, y así posteriormente en el campo laboral, seguir enriqueciendo los conocimientos de esa persona y contribuir en su desarrollo profesional. El futuro va en ese camino. Aprender a aprender es la clave.
El autor es Socio de Capital Humano en Consultoría, Deloitte México. Información tomada de Universo Capital Humano.
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