Si viajas a Baja California encontrarás decenas de proyectos vinícolas, desde pequeños viñedos familiares, cavas medianas ya consolidadas hasta grandes empresas dedicadas al vino.
Sabemos que hay muchas rutas del vino que puedes seguir, cada iniciativa de vino es valiosa y cada cava tiene su propia historia, por ello te sugerimos esta ruta de lugares imperdibles que debes de probar en el Valle de Guadalupe.
Por Roxana Zepeda. @TastyToursMX
Venacava
A esta vinícola podrás llegar luego de pasar por un largo camino de terracería en el corazón del Valle de Guadalupe.
La cava tiene un concepto muy original, pues fue construida con partes de barcos viejos, por lo que en toda la bodega encontrarás motivos marinos o alusivos a los marineros.
En su interior podrás catar y descubrir sus 20 etiquetas de vino, algunas de ellas son experimentales y únicas, otras son de vinos naturales que no tienen sulfitos ni levaduras añadidas, uno de los más famosos en su tipo es “Ambar”, un vino de color naranja que se produce con la oxidación de las cáscaras de uvas blancas. Su sabor tiene la acidez y el equilibrio perfecto en paladar, es un vino distinto que no puede compararse con los vinos blancos tradicionales por ser un vino natural.
En este lugar también podrás hacer el ejercicio de probar vinos de la misma varietal pero tratados de forma distinta, es decir, por el método tradicional de vinificación y por métodos naturales, te sorprenderán las diferencias de su sabor. Hay blancos, tintos y rosados para maridar con todo tipo de comida.
https://venacavawine.com/es/inicio
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Cuatro Cuatros
Es uno de los proyectos más completos e innovadores de la región. Esta casa vitivinícola produce 1300 cajas de vino al año que solo podrás probar ahí, pues no se distribuye en ningún otro lugar.
A lo largo de sus 860 hectáreas de terreno encontrarás espacios de hospedaje para hacer glamping, cabañas y casas totalmente equipadas diseñadas por Mauricio Rocha y Gabriela Carrillo.
El concepto del viñedo es casi místico, te encontrarás algunos círculos con las vides que forman parte de las 16 hectáreas destinadas al cultivo de uva en la propiedad.
En este lugar tienen un vino único que no encontrarás en ningún otro lugar, se trata del “Norteado”, se trata de un vino tinto dulce natural cortado con mezcal de agave espadín. Te recomendamos probarlo en la degustación de vino blanco joven con dos vinos tintos, te costará 550 pesos por probar los cuatro vinos más importantes de esta casa.
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Finca la Carrodila y La Lomita
Son dos de los proyectos más consolidados y sonados en la Baja, lo que los convierte en una parada obligada en tu visita. Primero debes llegar a Finca la Carrodilla y tomar una cata en su terraza, un lugar fresco donde el viento sopla fuerte, así que agarra bien tu copa y disfruta de los vinos jóvenes y frescos que te enamorarán, así como las hermosas vistas del viñedo y la propiedad.
La cata de vino va acompañada de la explicación e historia de cada etiqueta y puedes elegir el maridaje con algunas de las tapas que sirven en el lugar, el pan es increíble y los acompañamientos de mermeladas, quesos y aceitunas también son deliciosos.
No te vayas sin pasar por la boutique de vinos donde podrás comprar algunos de los que más te gustaron. De ahí puedes pasarte al viñedo de La Lomita, que está muy cerca de la Carrodilla y es parte de su proyecto.
En este lugar, además de un gran viñedo, una hermosa tienda y un bello jardín te encontrarás un restaurante, Lunario, donde podrás hacer una degustación más en forma de los vinos tanto de Lomita como de La Carrodilla con un maridaje especialmente construido para esos vinos.
http://www.fincalacarrodilla.mx/
Clos de tres cantos
Este viñedo envuelve encanto y misterio al mismo tiempo. Desde que ingresas a las salas de degustación y la cava te sientes como en un monasterio donde hay un enigma por descifrar entre las paredes de piedra inspiradas en los lugares de silencio de los monjes.
El proyecto está construido con materiales reciclados y sustentables. La cava subterránea es un lugar mágico donde los pizarrones que contienen los enigmáticos nombres de los vinos (nada, noesis, resilencia, mi mismo y duda, entre otros), se convierten en puertas que parecen pasadizos secretos.
La cata de vinos se acompaña con queso Ramonetti local mientras reflexionas sobre cosas trascendentales de la vida, como la soledad, el amor y otros temas existencialistas, al tiempo que disfrutas del silencio, el canto de las aves y la impresionante vista del Valle de Guadalupe que tendrás desde este lugar.
Maglen
En este lugar encontrarás, además de los vinos de la casa, un interesante proyecto de cerveza de cuatro estilos distintos que ellos mismos producen.
También puedes recorrer la vinícola y tomar una cata o probar el magnífico café que un barista prepara en la cafetería con granos que son finamente tostados para extraer sus aromas y sabores en distintos aparatos especializados.
La sala de cata está llena de arte y esculturas, ahí disfrutarás cada una de las etiquetas que se producen en el viñedo, desde los blancos hasta los tintos, haciendo maridaje con una deliciosa tabla de distintos quesos, uvas, nueces, fresas y otros alimentos que le van muy bien al vino.
A lo largo del recorrido aprenderás y conocerás el proceso de vinificación, desde el despalillamiento de las uvas, la fermentación y el embotellamiento de los vinos.
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