La cocina es uno de los cuartos más usados de la casa y por ende también es uno de los que más suciedad se acumula. No es necesario ser un experto en la limpieza para saberlo, pero siempre es bueno saber cómo combatirla. Por eso, aquí te tenemos 7 tips básicos de limpieza para tu cocina. ¡Anótalos!
Tener limpia el área donde manejamos alimentos es súper importante para no contraer una enfermedad causada por algún germen o bacteria. Además, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo antes y después de tocar comida, después de ir al baño y después de tocar superficies sucias, es muy importante. Pero hay otras cosas que debes controlar y te las contamos a continuación.
Tips para una cocina limpia
1. Desinfecta las superficies
Las superficies de la cocina son propensas a acumular gérmenes y bacterias, especialmente después de manipular alimentos crudos. Para desinfectarlas adecuadamente, primero limpia cualquier residuo visible con agua y jabón. Luego, utiliza un desinfectante adecuado para el tipo de superficie que estés limpiando.
Puedes usar toallitas desinfectantes o crear tu propia solución desinfectante con una parte de agua y una parte de vinagre. Asegúrate de dejar actuar el desinfectante durante el tiempo recomendado antes de enjuagar o secar la superficie.
2. Mantén limpio el interior de tu refrigerador
Un refrigerador desordenado y sucio no solo es poco higiénico, sino que también puede afectar la calidad de tus alimentos. Dedica tiempo regularmente para limpiar el interior de tu refrigerador. Empieza por desechar cualquier alimento caducado o en mal estado.
Retira los estantes y cajones, y lava con agua caliente y detergente. Seca completamente antes de volver a colocarlos en su lugar. Utiliza contenedores para organizar los alimentos y evitar derrames. Además, considera colocar bicarbonato de sodio en el refrigerador para absorber olores desagradables.
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3. Deshazte del cochambre en la estufa
La estufa es uno de los lugares de la cocina donde más se acumulan grasa y residuos de comida. Para mantenerla limpia, es importante limpiarla después de cada uso. Siempre deja que la estufa se enfríe antes de comenzar a limpiar. Retira las parrillas y quemadores y límpialos con agua caliente y detergente.
Usa un limpiador específico para la superficie de tu estufa, ya sea de gas, eléctrica o de inducción, y un paño suave o una esponja no abrasiva para eliminar la grasa y la suciedad. No olvides limpiar los controles y la parte exterior de la estufa también.
4. Mantén los trapos limpios
Los trapos de cocina pueden convertirse rápidamente en un cultivo para bacterias si no se lavan regularmente. Para mantenerlos limpios, lávalos con agua caliente y detergente después de cada uso.
Si es posible, utiliza una solución desinfectante para lavar los trapos y asegúrate de que estén completamente secos antes de volver a usarlos. Además, considera tener varios juegos de trapos para poder rotarlos y lavarlos con regularidad.
5. Limpia el acero inoxidable
El acero inoxidable es común en muchas cocinas debido a su durabilidad y apariencia elegante, pero puede ser propenso a las manchas y huellas dactilares. Para limpiarlo correctamente, utiliza un limpiador específico para acero inoxidable y un paño suave o una esponja no abrasiva.
Aplica el limpiador en la dirección del grano del acero y luego enjuaga con agua limpia. Seca con un paño limpio y suave para evitar manchas de agua. Evita utilizar limpiadores abrasivos o esponjas de metal, ya que pueden rayar la superficie del acero inoxidable.
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6. Cambia la esponja para trastes
Las esponjas para trastes pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias si no se cambian regularmente. Para mantener una cocina limpia y saludable, es importante reemplazar las esponjas con regularidad.
Lo ideal es cambiarlas al menos una vez a la semana, o incluso más frecuentemente si están visiblemente sucias o desgastadas. Además, asegúrate de enjuagar bien la esponja después de cada uso y dejarla secar completamente entre usos para evitar la proliferación de bacterias.
7. Limpia ollas y sartenes a profundidad
Después de cocinar, es importante limpiar a fondo las ollas y sartenes para evitar la acumulación de residuos de comida y grasa. Si es posible, remoja las ollas y sartenes en agua caliente con detergente para aflojar los residuos antes de lavarlas.
Utiliza un cepillo o esponja no abrasiva para limpiar todas las superficies, incluidos los mangos y las esquinas. Si hay residuos pegados, puedes utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para ayudar a eliminarlos. Enjuaga bien y seca completamente para evitar manchas de agua o residuos de detergente.
Estos solo son algunos tips básicos de limpieza para tu cocina, haciendo que siempre luzca impecable y lista para recibir visitas. Recuerda que mantener un espacio limpio y ordenado no solo es estético, sino también fundamental para garantizar un ambiente saludable y libre de bacterias en tu hogar.