Ahora que conoces algunas opciones, renueva tu asador y estrénalo en tu próxima reunión.
Sabemos que cocinar carne asada, es una experiencia divertida que nos reúne con amigos y familia. Sin embargo, para que todo sea un éxito, hay que tener una buena parrilla, ya que es esencial para esta
actividad y para cualquier amante de la cocina al aire libre. Existen varios tipos, por ello te dejamos algunas opciones para que elijas tu favorito.
Carbón: es la más tradicional y es muy apreciada por los aficionados a la barbacoa, pues deja el
sabor a ahumado en los alimentos, puesto que mantiene una temperatura constante y uniforme
para asar cortes que requieren brasas más suaves para que se mantengan jugosas y tiernas.
Fáciles de usar, se enciende con solo girar un botón y puedes ajustar la temperatura con
facilidad, lo que permite mantener la cocción correcta de para cada tipo de alimento. Sin
embargo, la carne carece del aroma intenso del carbón.
Permite ajustar la distancia entre la fuente de calor y la superficie, este
mecanismo puede ser manual o automatizado. Es especialmente útil para cocinar diferentes
alimentos que requieren temperaturas variadas.
El rub, tu mejor aliado para preparar una carne asada
Son conocidas por su capacidad para retener el calor, lo que las hace
excelentes para cocinar a bajas temperaturas durante largos períodos de tiempo. Son perfectas
para cocinar lentamente, ahumar o asar.
Son ideales para acampar o picnics. Pueden ser de gas, carbón o eléctricas, pero
están diseñadas para ser ligeras y fáciles de transportar, pues no ocupan tanto espacio y están listas para usarse.
Estás distribuyen de manera uniforme el calor y son fáciles de usar. Son una
opción más saludable, ya que la grasa de los alimentos se filtra a través de las piedras,
reduciéndola al máximo sin perder el sabor.
Ahora que conoces algunas opciones, renueva tu asador y estrénalo en tu próxima reunión.