Dentro del irresistible universo de los postres, este es un clásico que no falla. Conoce sobre el origen y la evolución que ha tenido el sándwich de helado.
Para muchos, los postres no solo tienen lugar al finalizar una comida. A nivel mundial, se conoce una amplia y exquisita lista de propuestas a las que pocas veces podemos decir que no. Durante la temporada de calor, es posible encontrar opciones perfectas para enfrentar las altas temperaturas. Sin duda el sándwich de helado ya es favorito sin importar donde te encuentres.
Este postre es tan icónico, que cada 2 de agosto esta marcado como el Día del sándwich de helado. En esta nota, te contamos sobre el peculiar origen de un exquisito antojo dulce que atrae toda la atención.
Por: Desiree Perea
Las historias sobre el origen de diversos platillos muchas veces sorprende incluso más que la composición de la misma receta. Imaginar este postre fresco no es nada complicado, sin embargo, las primeras versiones que se sirvieron no eran nada atractivas. Para aquellos que nos disfrutaban del cono de galleta, los vendedores recurrían a servir una porción de helado entre dos servilletas.
Si, así se presentó el primer sándwich de helado. La verdad es que no se antoja para nada; sin embargo, de ahí enfocaron en una búsqueda para encontrar un sustituto comestible. Pasaron por muchas opciones hasta que encontraron en las galletas Graham la cobertura perfecta.
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Al tener una estructura firme, permitían que el sándwich de helado mantuviera su forma intacta por varios minutos. Esta fue la propuesta ganadora y la que se compartió con todo el mundo. Desde ese momento, se convirtió en un postre favorito. Hoy, es imposible imaginar una heladería sin esta opción dentro del menú.
Simple y reconfortante, podíamos decir que así se presentan el sándwich de helado a nivel mundial. Aunque fue una creación nacida en Estados Unidos, esto no impidió su salida del continente americano para conquistar a los paladares internacionales. Realmente no ha sufrido cambios significativos y eso es parte de su magia.
La opción clásica se rellena con helado de vainilla, chocolate o fresa; aunque estos sabores ya no son un limitante. Además, es posible añadir nueces, chispas de chocolate y hasta salsas dulces, el límite aquí no existe.
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Preparar un buen sándwich de helado no realmente sencillo. Su popularidad está respaldada por ser una alternativa atractiva al clásico cono. Algunas versiones eligen servirlo con galletas crujientes de chispas de chocolate o bien, con piezas más suaves similares a un bizcocho. Para el relleno, las opciones son infinitas; aquí es posible aprovechar la creatividad y versatilidad de sabores que se sirven a nivel mundial.
Así, el sándwich de helado se ha convertido en un postre de reconocimiento mundial. No presume mayor complejidad, sin embargo, esto no tiene por qué restarle puntos. Resistirse a un antojo dulce es prácticamente imposible. Durante la temporada de calor, la búsqueda de propuestas frescas no es nada complicada y eso nos hace más que felices.
