Algunos de los platillos más emblematicos de la actual gastronomia gourmet moderna, tiene sus origenes como platillos de bajo costo y humilde
Algunos platos que solían considerarse humildes en sus orígenes, debido a sus ingredientes sencillos o a su preparación económica, han sido revalorizados y transformados en opciones gourmet en la cocina moderna.
En Europa, muchos platos que nacieron como comida de las clases trabajadoras o en tiempos de escasez se han transformado en platos gourmet, apreciados por su sencillez, historia y por la reinterpretación que los chefs han hecho de ellos.
El ratatouille es un guiso tradicional de la región de Provenza, en el sur de Francia, que nació como una forma de aprovechar verduras de temporada (tomates, calabacines, berenjenas, pimientos) que estaban a punto de echarse a perder. Era un plato que solían consumir los campesinos, ya que era barato y fácil de hacer.
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En la actualidad, el ratatouille ha sido reinterpretado en la alta cocina, donde los chefs cortan las verduras de forma precisa y las presentan de manera artística. Además, se utilizan ingredientes de calidad superior y técnicas modernas como la cocción sous-vide, elevando un guiso sencillo a un plato estéticamente impresionante y sabroso.
Otro claro ejemplo, son los Fish and chips, este plato nació como una comida humilde, barata y rápida para los trabajadores de las clases más bajas en el Reino Unido en el siglo XIX. El pescado, frito en una mezcla de harina y agua, junto con papas fritas, se vendía en los puestos callejeros.
Hoy en día, muchos restaurantes y gastro-pubs han transformado este plato en una delicia gourmet, utilizando pescado fresco como bacalao o abadejo de alta calidad, y freíéndolo en aceites especiales o en tempura de cerveza artesanal.
La pizza, especialmente la Margherita, tiene su origen en Nápoles como comida de la clase obrera, hecha con ingredientes simples: masa de harina, tomate, queso mozzarella y albahaca, todo cocido en hornos de leña. Era barata y llenadora, ideal para los trabajadores.
La pizza ha sido elevada en restaurantes de alta gama, donde los ingredientes son de máxima calidad. La mozzarella de búfala auténtica, tomates San Marzano y albahaca fresca se utilizan para crear una versión refinada de la pizza Margherita.
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Algunos chefs también experimentan con ingredientes exclusivos como trufas, jamón de Parma o aceites de oliva premium.
El caldo de piedra, es originario de Oaxaca, particularmente de las comunidades indígenas que habitaban cerca de ríos. Para cocinar el caldo, se colocaban piedras calientes en agua con pescado y hierbas frescas. Era un platillo comunitario y rústico.
Actualmente, algunos chefs han recuperado esta tradición, pero le han añadido ingredientes más sofisticados, como camarones, langosta o pulpo. El caldo se sirve en restaurantes gourmet exclusivos, donde el proceso de cocción con las piedras calientes se realiza frente al cliente, creando una experiencia visual.