Estos dos antojitos son exquisitos y han sido confundidos en más de una ocasión. Te contamos sobre las diferencias entre los sopes y las pellizcadas.
Mientras los sopes gozan de reconocimiento a nivel nacional e internacional, las pellizcadas mantienen una presencia más regional. Analizar sus diferencias permite otorgarles el reconocimiento que merecen. En esta nota, te contamos las razones por las que estos dos manjares no deben confundirse. No por nada, estas dos preparaciones son clave dentro del legado culinario de México.
Por: Desiree Perea
Al igual que muchos platillos, los sopes son una receta que se conoce y prepara en distintas partes de México. Sin embargo, cada lugar se ha encargado de darle personalidad propia. Por ejemplo, la versión del centro del país no es la misma que se sirve al sur o al norte. La propuesta en el centro de la República consiste en sopes con una presentación imposible de ignorar.
En primer lugar, se debe preparar la masa de maíz para poder formar círculos mediados con un grosor aproximado de 3mm. Usualmente se cocinan sobre el comal con un poco de aceite o manteca; a fuego medio se deben cocinar ambos lados y durante este proceso, es cuando se le da forma a los bordes. Para los sopes, la orilla debe ser ligeramente alta para poder contener una buena cantidad de relleno.
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En cuanto la base de tortilla está lista, los acompañamientos también merecen gran atención. Como básicos, estos son los ingredientes que le dan personalidad a los sopes:
Para complementar este irónico antojito, los guisados son bienvenidos. La versatilidad de los sopes es parte de su magia; sobre la base, después de cubrir con una ligera capa de frijoles, se agrega una porción justa de pollo deshebrado, tinga, papa con chorizo, etc. Se sirven piezas de tamaño mediano, usualmente la palma de la mano sirve como medida estándar.
Las diferencias entre los sopes y las pellizcadas no es para iniciar una pelea. Ambos tienen un lugar especial dentro de la categoría de antojitos mexicanos y con toda razón. La forma de las pellizcadas es muy similar; sin embargo, suelen presentarse menos gruesas. Hacia el final de la cocción, es momento de darle forma a la orilla pellizcando todo alrededor.
De esta manera, los bordes se levantan ligeramente para contener al resto de los ingredientes. A diferencia de los sopes, este antojito veracruzano se mantiene mucho más simple. Con ayuda del calor residual, se unta un poco de manteca y se agrega salsa.
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Como son piezas mucho más delicadas, las pellizcadas no soportan más ingredientes. Pero esto no es nada malo, pues así es posible apreciar de mejor manera el potencial de cada elemento. A la hora del desayuno, en los hogares de Veracruz este platillo tiene un espacio reservado. Funcionan como una alternativa de tortilla pero con mucho más sabor.
Disfrutar de los antojitos mexicanos es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Es todo un espectáculo ser testigo del proceso de elaboración, hasta el momento en que el resultado final llega hasta nuestras manos. Tanto los sopes como las pellizcadas comparten ciertas bases, pero no deben ser confundidos. Ambos representan parte importante de legado culinario de México, por lo que deben recibir su propio reconocimiento.