Convierte a las tortitas de carne en la estrella de la comida o la cena. Te revelamos los puntos clave para servir piezas jugosas, firmes y llenas de sabor.
En México, las tortitas de carne se mantienen como un platillo legendario de la cocina casera. Aprender a prepararlas no es complicado, y este factor no tiene por qué restarles importancia. La carne molida es el ingrediente pilar, el cuál, exige un tratamiento específico para lograr buen sabor y textura, todo sin sacrificar la jugosidad. A continuación, te compartimos algunos tips clave para dominar esta receta que no falla para el menú de la semana.
Por: Desiree Perea
En la carnicería o el supermercado, hoy tenemos a nuestra disposición un sinfín de opciones de cortes para llevar a casa. Debes saber que, no todos son ideales para las tortitas de carne, es crucial mantener un buen un equilibrio entre proteína y grasa. Es posible encontrar carne molida lista para llevar a casa o bien, elegir un corte para moler; dentro de estas opciones, lo más recomendable es el diezmillo, pecho o aguja, mantienen entre 70–80% de carne magra.
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Una vez que se tiene la carne molida, es crucial prepararla con hierbas frescas y especias para lograr una buena profundidad de sabor. El ajo y la cebolla picada no se pueden pasar por alto, así como perejil o cilantro. Para lograr una mayor intensidad y ligeras notas picantes, la pimienta negra o el comino funcionan a la perfección.
Para evitar que las tortitas de carne se desmoronen, es importante incorporar un agente aglutinante. La opción más común es el huevo, que también funciona para las albóndigas, las tortillas de papa o vegetales. También puedes recurrir al pan molido, harina de trigo o avena molida; con ellos, es importante cuidar la cantidad para que no terminen por resecar la carne al final de la cocción.
Para presentar las tortitas de carne como plato principal, el tamaño ideal es de 9 o 10 cm de diámetro. Puedes tomar como referencia una cuchara para sopa o bien, pesar cada porción para asegurarte que preparar piezas iguales. Es importante no dejarlas muy gruesas, pues es posible que el calor no llegue hasta el fondo; lo recomendable es máximo 2 cm. Como tip extra, coloca un poco de aceite en la palma de tus manos para evitar que la carne se pegue.
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Servir unas tortitas de carne jugosas puede lograrse o arruinarse por completo cuando llega el momento de la cocción. Si se van a servir sin salsa, es crucial mantener intactos los jugos internos de cada pieza. Lo ideal es cocinarlas en un sartén con buena cantidad de aceite, debe cubrir el fondo. Aquí la temperatura deber mantenerse alta para evitar que las tortitas absorban todo el aceite.
Lo primero que se debe hacer es sellar ambas caras; una vez listo este proceso, entonces se reduce el fuego para terminar la cocción interna. Por nada del mundo pienses en presionarlas, esto solo provocará que las tortitas de carne se sequen por completo. Antes de servir, déjalas reposar por 2 minutos para que los jugos se redistribuyan.
Esta es una de las recetas básicas que sí o sí vale la pena dominar en casa. Las tortitas de carne son realmente versátiles y no hay mucha ciencia detrás de ellas. Es importante poner atención a todos los detalles, pues todos son importantes. En cuanto estás listas, se pueden bañar en salsa, acompañarse con ensalada, arroz, frijoles y por supuesto, unas cuantas tortillas de maíz calientitas. Si pensar en algo nuevo para el menú de la semana es complicado, seguramente las tortitas de carne pueden salvarte en más de una ocasión.
