La historia y origen del kransekage: el pastel de Año Nuevo en Dinamarca

El kransekage es un postre tradicional de Dinamarca que destaca por su diseño peculiar y por ser parte esencial de las celebraciones de Año Nuevo y bodas en el país escandinavo. Este pastel, elaborado con anillos apilados de mazapán, tiene una historia rica que conecta la cultura danesa con tradiciones nórdicas y europeas.

Origen del kransekage

El origen del kransekage se remonta a finales del siglo XVIII, cuando los pasteleros daneses comenzaron a experimentar con recetas inspiradas en la repostería francesa e italiana. En esa época, el mazapán se convirtió en un ingrediente popular debido a la influencia mediterránea en Europa. Los daneses adaptaron el uso del mazapán para crear un pastel que pudiera lucir como pieza central en eventos especiales.

La forma característica del kransekage, con anillos apilados en forma de pirámide, probablemente se inspiró en tradiciones de repostería italianas como el croquembouche. Sin embargo, los daneses añadieron su propio toque al diseño y sabor del pastel, consolidándolo como una creación única en su tipo.

La evolución del pastel

Con el tiempo, el kransekage adquirió un papel protagónico en las celebraciones importantes en Dinamarca. Aunque su receta básica de mazapán, clara de huevo y azúcar se ha mantenido constante, los daneses han incorporado variaciones para adaptarse a diferentes ocasiones.

En bodas, el kransekage suele decorarse con cintas y pequeños adornos comestibles. Para Año Nuevo, se presenta con fuegos artificiales en miniatura o acompañamientos como champaña. Este pastel también se asocia con la idea de compartir, ya que los anillos se separan fácilmente para servir porciones individuales.

Significado cultural del kransekage

Más allá de su diseño y sabor, el kransekage tiene un profundo significado cultural en Dinamarca. Representa unión y prosperidad, cualidades que los daneses valoran especialmente durante las festividades de Año Nuevo. Su forma circular simboliza continuidad, mientras que su presentación en capas refleja aspiraciones de crecimiento y éxito en el año venidero.

El kransekage en la actualidad

Hoy en día, el kransekage sigue siendo un elemento esencial en las celebraciones danesas. Aunque su preparación puede parecer compleja, muchas pastelerías en Dinamarca ofrecen versiones listas para servir, facilitando su inclusión en eventos. Además, su popularidad ha cruzado fronteras, atrayendo la atención de reposteros y amantes de la gastronomía en otras partes del mundo.

El kransekage es más que un pastel; es un símbolo de tradición y esperanza para los daneses. Su historia y origen reflejan la capacidad de una cultura para adaptar influencias externas y convertirlas en algo propio, dejando un legado que perdura en las celebraciones modernas.