El puto bumbong es uno de los alimentos más representativos de la Navidad en Filipinas. Este platillo, elaborado con arroz morado y cocido al vapor […]
El puto bumbong es uno de los alimentos más representativos de la Navidad en Filipinas. Este platillo, elaborado con arroz morado y cocido al vapor en tubos de bambú, tiene raíces profundas en la tradición filipina, mezclando influencias culturales e históricas que han dado forma a su preparación y consumo en festividades.
El arroz morado utilizado en el puto bumbong proviene de variedades tradicionales filipinas, conocidas por su riqueza nutricional y su sabor único. Durante el periodo precolonial, estas variedades de arroz ya formaban parte de la dieta de las comunidades indígenas de Filipinas. Más tarde, con la llegada de los colonizadores españoles, se integraron nuevas técnicas de cocción y formas de presentación que influyeron en la evolución de este platillo.
El término “puto” hace referencia a un tipo de pastel de arroz al vapor, mientras que “bumbong” describe los tubos de bambú donde se cuece al vapor este alimento. La combinación de ambos elementos resultó en un platillo único que destacó en las festividades religiosas durante la colonización.
El puto bumbong se asocia principalmente con las “Simbang Gabi”, las misas de madrugada que se celebran durante los nueve días previos a la Navidad. Después de cada misa, es común encontrar vendedores que ofrecen este platillo como desayuno temprano o refrigerio. Esta tradición ha convertido al puto bumbong en un símbolo de unidad y celebración entre las familias filipinas.
Su inclusión en estas festividades religiosas también refleja la influencia de la Iglesia Católica en Filipinas, que promovió la preparación de alimentos especiales para marcar las fechas importantes del calendario litúrgico.
La elaboración del puto bumbong mantiene procesos tradicionales que se han transmitido de generación en generación. Se emplea arroz morado remojado durante varias horas, que después se muele hasta obtener una textura específica. Posteriormente, se coloca la masa en tubos de bambú y se cuece al vapor sobre ollas de barro o cocinas de carbón. Una vez cocido, se sirve sobre hojas de plátano y se acompaña con coco rallado, azúcar de palma y mantequilla.
Hoy en día, el puto bumbong sigue siendo un emblema de la Navidad en Filipinas. Además de preservar una tradición culinaria, su consumo durante esta época refuerza los lazos familiares y comunitarios. Aunque la modernización ha llevado a variaciones en su preparación, el uso de arroz morado y su cocción en bambú siguen siendo esenciales para mantener su esencia.
El puto bumbong es más que un alimento: es una conexión con la historia, la cultura y las tradiciones que definen la identidad filipina.
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