El gratinado es una técnica culinaria que consiste en dorar la superficie de un platillo utilizando calor intenso. Esta técnica no solo aporta una apariencia atractiva y apetitosa. Sino que también realza el sabor y el aroma de los ingredientes. Esta edición de Academia Gourmet, nos adentramos en los detalles para conocer las ventajas de incluir este elementos en los platillos. De la mano del Superior de Gastronomía, te contamos sobre las características e ingredientes para dominar la técnica de gratinar a la perfección.
Por: Desiree Perea
¿En que consiste la técnica de gratinar?
El gratinado se logra principalmente por la acción del calor superior. Aplicado directamente sobre diferentes ingredientes. El equipo adecuado para lograrlo se conoce como salamandra. Es una especie de horno con una estructura donde el fuego está en la parte superior. Sin embargo, también es posible lograrlo en el horno convencional y hasta con un soplete. Si bien el queso gratinado es la forma común y más popular, no es lo único a lo que se limita.
Es posible gratinar productos crudos, como carnes rojas o pescado. Además de vegetales que van directo al horno para lograr un buen punto de cocción. De igual forma, se pueden gratinar alimentos pre-cocidos o bien, terminados. Es una técnica para finalizar que se logra una cubierta dorada, ligeramente crujiente.
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En primer lugar, debes saber que pueden lograrse dos tipos de gratinado. Si se busca una textura sedosa y cremosa, lo mejor es añadir un elemento líquido. Este puede ser una salsa blanca o preparaciones con mantequilla. Sin embargo, si estás pensando en gratinar una sopa o crema, aquí el factor crujiente hace toda la diferencia. Por lo que el tipo de gratinado requiere de elementos sólidos, como pan molido y queso. Sin algún tipo de líquido, para lograr una textura firme y crocante.
Asimismo, debemos tomar en cuenta la temperatura. Pues el calor es el factor más importante para lograr la presentación ideal. Debe ser un dorado intenso, sin llegar a quemarse. El proceso no es largo cuando se tienen productos terminados. La temperatura debe mantenerse entre 280 y 300 grados.
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Ventajas al dominar esta técnica
Actualmente se conocen diferentes herramientas e ingredientes que han llevado la técnica de gratinar al siguiente nivel. Optar por este elemento para terminar los platillos, tiene grandes efectos en primer lugar a nivel visual. Por ejemplo, en sopas, cremas o pizzas, el queso gratinado es un factor en el que recae la mayor importancia. Pues esto es señal de que el plato se ha cocinado al momento.
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Además, gratinar no es una técnica que se queda dentro de la categoría de platos salados. De hecho, es una alternativa favorita en postres calientes. Estos pueden ser desde tartas, cheesecakes hasta brownies o galletas. Las posibilidades son realmente amplias. Además, funciona de manera similar, se requiere de temperatura alta para poder lograr una cobertura dorada, semi-líquida y crujiente.
De esta forma, gratinar es una técnica culinaria versátil que puede usarse para transformar una gran variedad de platillos. Con un poco de práctica y creatividad, puedes crear platillos gratinados deliciosos. Visualmente atractivos que impresionarán a tus invitados. Atrévete a perderle el miedo y logra propuestas únicas en casa.
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