Mexico tiene muchos platillos preparados con diferentes tipos de frijol, pero te presentamos otras cinco variedades internacionales.
El frijol, llamado científicamente Phaseolus Vulgaris, es un cultivo esencial en la dieta de muchas culturas alrededor del mundo. México es famoso por sus variedades de frijol, pero existen otras variedades internacionales conocidas por su sabor, valor nutricional y adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas. Este artículo explora cinco variedades internacionales de frijol que no son mexicanas, proporcionando una visión detallada sobre su origen, características, beneficios y usos culinarios.
El frijol Cannellini o frijol blanco tiene una forma alargada y color blanco marfil y es un ingrediente básico en la cocina italiana. Se caracterizan por su textura suave y cremosa cuando se cocinan, lo que los hace ideales para sopas y guisos. El frijol Cannellini es una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, hierro y magnesio. Su contenido en fibra es particularmente beneficioso para la salud digestiva y para mantener niveles estables de azúcar en la sangre.
Además, su bajo contenido en grasa lo convierte en una opción saludable para dietas balanceadas. En la cocina italiana, los frijoles Cannellini son un ingrediente clave en platos como la minestrone y la ribollita, una sopa toscana tradicional. También se utilizan en ensaladas, guisos y como acompañamiento para carnes, su sabor suave y su capacidad para absorber los sabores de otros ingredientes los hacen muy versátiles.
Te puede interesar desde Cocina Vital: Deliciosa sopa minestrone con codito
El frijol Adzuki o azuki, es originario de Japón y se cultiva ampliamente en Asia oriental. Estos frijoles pequeños y rojos son conocidos por su sabor dulce y textura firme y son un componente esencial en la cocina japonesa, especialmente en postres. Los frijoles Adzuki son ricos en proteínas, fibra, antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio y zinc. Además, son bajos en grasas y tienen un índice glucémico bajo, lo que los hace aptos para personas con diabetes.
El frijol Mung es originario de la India y se cultiva en muchas partes de Asia, son pequeños y verdes y tienen cáscara suave y sabor ligeramente dulce. Es conocido por su versatilidad y su capacidad para germinar rápidamente, produciendo brotes que son muy populares en la cocina asiática. Es una excelente fuente de proteínas, fibra, antioxidantes, micronutrientes como el folato, el manganeso y el magnesio, vitamina C y antioxidantes. Se utilizan para preparar dal, una sopa espesa y kitchari con arroz, ideales para vegetarianos.
Aunque el frijol Pinto se asocia comúnmente con la cocina mexicana, también es muy popular en Estados Unidos, especialmente en el suroeste. Estos frijoles tienen una apariencia moteada, con un color beige y manchas marrones que desaparecen al cocinarlos. Su sabor es suave y terroso, tienen una textura cremosa y son una excelente fuente de proteínas, fibra, vitaminas del grupo B, hierro y magnesio.
Te puede interesar desde Dónde Ir: Al Wood: el mejor BBQ texano en la Roma
Además, son bajos en grasa y colesterol, lo que los convierte en una opción saludable para diversas dietas. En Estados Unidos, los frijoles Pinto se utilizan ampliamente en la preparación de refried beans (frijoles refritos), un clásico en la cocina Tex-Mex. También se emplean en sopas, guisos, ensaladas y burritos y su capacidad para absorber los sabores de otros ingredientes los hace muy versátiles.
El frijol negro es originario de América Latina y se ha cultivado durante siglos en diversas regiones. En Brasil, su cultivo se ha adaptado a diferentes condiciones climáticas y suelos, convirtiéndolo en uno de los cultivos más importantes del país. La planta de frijol negro es resistente y puede crecer en suelos pobres, lo que ha facilitado su expansión a lo largo de Brasil. Es un alimento altamente nutritivo ya que es considerado una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, antioxidantes, hierro y magnesio.
Te puede interesar: La evolución de la cocina brasileña
El plato más emblemático de Brasil es la feijoada, un guiso robusto que incluye diversos tipos de carnes (cerdo y res), frijoles negros y especias. Tradicionalmente, se sirve con arroz blanco, naranjas en rodajas, y couve (col rizada) salteada. Otro platillo es el tutu de feijão, una mezcla espesa de frijoles cocidos y triturados con harina de yuca y condimentos acompañado con arroz, cerdo y couve. También se utilizan en ensaladas mezclados con vegetales frescos, hierbas y aderezos o como acompañamiento de carne asada o pescado.