Disfruta de esta delicadeza de la cocina internacional desde la comodidad de tu casa. Estos son los elementos básicos para preparar una salsa de queso azul.
Dentro del universo culinario, muchas veces nos encontramos con preparaciones icónicas que están rodeadas de controversia. El gusto por la salsa de queso azul está completamente polarizado: unos la aman con locura, mientras que otros simplemente no la aceptan. La intensidad de este tipo de queso es el alma de esta preparación, pero hay que ser inteligentes para jugar con estas notas para que jueguen a nuestro favor.
Si eres amante de lo sabores intensos, esta nota te interesa. Dominar y servir una salsa de queso azul en casa es posible. A continuación, te contamos sobre los pilares que te llevarán a presumir esta delicadeza de la cocina internacional.
Por: Desiree Perea
Aunque es un elemento más que obvio, vale la pena adentrarnos en este pilar que marca la diferencia en una buena salsa de queso azul. Este tipo de queso presume una categoría amplia con ejemplares de distintos países. Lo ideal es servir una salsa equilibrada pero con buen perfil de sabor y aroma; para ello, la clave es ayudarse de dos tipos de queso azul: uno suave y otro fuerte. La combinación favorita es queso Gorgonzola dulce con Roquefort, la proporción es importante, lo ideal es 80% del queso suave mezclado con 20% del intenso.
Aunque el queso es el protagonista en esta preparación, la textura que debe obtenerse es semi-líquida; para ello, sí o sí se necesita la presencia de otro lácteo: crema ácida. Aunque podría parecer fácil sustituir este elemento, lo mejor es no hacerlo para poder mantener un buen sabor al final de la preparación. Aquí es crucial señalar que la salsa de queso azul no se cocina, todo el proceso se hace en frío.
Primero se debe acremar el queso con un poco de crema hasta eliminar los grumos por completo. Se agrega la parte completa de la crema y el queso se agrega poco a poco sin dejar de batir. Si es posible, mantén el queso fuera del refrigerador por al menos 30 minutos antes de comenzar a preparar la salsa.
Te podría interesar: 5 tipos de vinagreta que puedes hacer en casa para tus ensaladas
Por otro lado, debes saber que el sabor de la salsa de queso azul concentra un punto de sal alto; aunque puede parecer complicado equilibrarla, no es imposible. Para ello, es necesaria la presencia de un ingrediente ácido: vinagre blanco o jugo de limón fresco. Además, es importante sazonar con una pizca de especias para lograr un sabor más amable para el paladar. Dentro de la múltiple oferta, lo ideal es agregar un poco de ajo en polvo, cebollín y pimienta negra molida.
Este paso es crucial para lograr una buena textura en la salsa de queso azul final. Aunque es una salsa espesa, no debe sentirse ni percibirse pesada, es por ello que la crema ácida es básica. El mejor utensilio para esta receta es el batidor de globo; lo mejor es utilizar uno con alambre grueso, para evitar que pierda su forma al mezclar.
Te podría interesar: Tips para cocinar garbanzos a la perfección en casa
Por último pero no menos importante, la paciencia es un ingrediente más en la receta de la salsa de queso azul. Si bien el proceso es un poco tardado, lo ideal no es consumirla recién hecha; debe dejarse reposar al menos 4 horas dentro del refrigerador. Durante este tiempo, los sabores se fusionan y los sólidos del queso se hidratan con la base cremosa; así, se crea una textura más espesa y un sabor más profundo e integrado.
Servir una salsa de queso en casa puede dejar sin palabras a los invitados. El primer paso es dominar esta salsa espera y después, aprender a combinarla para permitir que destaque. Esta es una de las preparaciones que sin duda eleva un sinfín de preparaciones, así que no está de más añadirla a tu recetario personal.