Desde el uso de la espinaca para ensaladas, hasta jitomates cocinados e incluso nueces para equilibrar tu dieta y hacer que tu piel luzca perfecta.
El cuidado de la piel no solo depende del uso de protector solar diario. Algunos alimentos contienen compuestos que pueden reforzar las defensas naturales de la piel contra los efectos dañinos de los rayos UV. Incorporar estos alimentos en tu dieta puede ser una forma efectiva de complementar tu rutina de protección solar. A continuación, te presentamos siete opciones que contribuyen a ello.
Porque el sol puede causarte más estragos que nunca. Ahora que sabemos precisamente lo que el sol puede hacernos en la piel, es el momento de protegernos de distintas maneras. ¿Tenías idea de que una de ellas puede ser a partir de alimentos deliciosos? ¡Es el pretexto perfecto para incluirlos en tu dieta diaria!
El jitomate es una fuente rica en licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger las células de la piel del daño causado por los rayos solares. El licopeno es más biodisponible cuando el jitomate se cocina, por lo que salsas y guisos pueden ser formas efectivas de consumirlo. Estudios han demostrado que incluir jitomates en la dieta reduce la sensibilidad de la piel al enrojecimiento provocado por la exposición al sol.
El kiwi es conocido por su alto contenido de vitamina C, un antioxidante que contribuye a la regeneración de la piel y a la neutralización de los radicales libres generados por la radiación UV. Además, la vitamina C es esencial para la producción de colágeno, que mantiene la elasticidad y firmeza de la piel.
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Las espinacas contienen luteína y zeaxantina, antioxidantes que no solo benefician la salud ocular, sino también la de la piel. Estos compuestos ayudan a filtrar los rayos UV y a prevenir el daño celular. Consumir espinacas regularmente también aporta vitaminas A y E, ambas relacionadas con una piel saludable.
Las nueces son ricas en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y contribuyen a la hidratación de la piel. Estos compuestos pueden reducir el impacto de la radiación UV y fortalecer la barrera cutánea. Además, las nueces contienen vitamina E, que actúa como un antioxidante natural.
Los frutos rojos como fresas, arándanos y frambuesas son una excelente fuente de antocianinas, antioxidantes que ayudan a reparar el daño celular y a proteger la piel de los radicales libres. También contienen vitamina C, lo que los convierte en una opción doblemente efectiva para cuidar la piel.
El camote destaca por su contenido de betacarotenos, precursores de la vitamina A que protegen la piel al actuar como un filtro natural contra los rayos UV. Este antioxidante también contribuye a mantener una piel suave y bien hidratada.
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Las naranjas son ricas en vitamina C y flavonoides, compuestos que protegen las células de la piel y estimulan la reparación de tejidos. Además, su alto contenido de agua contribuye a mantener la piel hidratada, factor clave para prevenir los efectos negativos de la exposición solar.
Estos alimentos no sustituyen al protector solar, pero su inclusión en una dieta equilibrada puede reforzar la protección natural de la piel. Incorporar opciones como jitomate, kiwi y frutos rojos en tu alimentación diaria es un paso hacia una piel más sana y preparada para enfrentar los efectos del sol. ¿Ves ahora lo deliciosa que puede ser la protección solar?