Alejandrina Victoria, la poderosa mujer que gobernó Gran Bretaña por más de 63 años, ascendió al trono con tan solo 18 años de edad, se le consideraba una persona algo tirana y muy caprichosa. Su manera de actuar en público y en privado por lo general causaba revuelo entre sus soberanos y a pesar de todo eso logró acercar la corona al pueblo y llevar a su nación al máximo esplendor.
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La reina, aunque exigente en todos los sentidos posibles, solía tomar el té con uno de los pasteles más simples y fáciles de elaborar de la repostería, llamado originalmente ¨sponge cake¨. Esta preparación consistía en un pastel básico espolvoreado con azúcar glass, solo que la monarca británica lo prefería relleno de mermelada y de nata montada; es así como surge el “Victoria sponge“.
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Es todo un arte que un pastel tan sencillo pueda resultar al mismo tiempo elegante. La mezcla frutal con el pan y el relleno de mantequilla es lo que lo hace especial. ¿Lo has probado?