Comer ostras puede parecer lo más sencillo del mundo, pero tiene su técnica, y te decimos cual es para que las disfrutes como todo un gourmet:
Color
Lo ideal es que el color de la ostra siempre sea opaco. Otro punto a tomar en cuenta es que la carne tenga un color claro y liso y hay que cuidar que la ostra ocupe toda su concha ya que muchas veces se sirven unas que tiene demasiada agua en su interior y evidentemente esto afecta el sabor.
También ve: 7 tips para elegir las mejores ostras
Aroma
En cuanto recibas tu ostra debes descubrir los aromas que esta te ofrece, deben ser parecidos a la brisa marina, que se note su frescura desde la nariz. Si percibes un olor extraño posiblemente tu ostra ya se encuentra en mal estado.
Origen
No todas las ostras son iguales, las que provienen de costas occidentales son más pequeñas y tienen un sabor más dulce a las del golfo que suelen ser más sustanciosas. Para saber cuál te gusta más trata de probar siempre las ostras locales de los lugares que visitas.
Modo de preparación
Lo ideal es comerlas al natural, de esta manera se pueden apreciar todos sus sabores, aunque cada uno la puede preparar a su gusto y de distinta manera: asadas, al vapor, gratinadas, a la mantequilla, etc.
Degustación
La mejor opción para comer una ostra es sencilla: de un solo bocado. Si masticas el interior es mejor porque así es posible apreciar todos sus sabores.
Maridaje
El mejor acompañante de una ostra es un buen champagne o vino blanco, aunque recientemente algunos expertos sugieren consumirlas con cervezas artesanales.