La música puede ser un factor que cambie la estructura de un vino en maduración. ¿Sabías que en México también se producen de esta manera?
Por extraño que te parezca, en el mundo existen vinícolas que someten sus vinos en añejamiento a música específica. Con esto logran cambiar el perfil organoléptico de los caldos. El vino es un producto dinámico, por lo que leves modificaciones en el entorno en que madura pueden hacer grandes diferencias en el resultado final.
Por Ollin Velasco.
Entrevistamos al conocido sommelier mexicano Ricardo Espíndola, para que nos explicara un poco más acerca de este fenómeno que a tantos inquieta e interesa. De acuerdo con él, hay razones suficientes para pensar que puede haber un cambio en la bebida si se le somete a vibraciones auditivas provenientes de distintos géneros musicales.
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PUBLICIDAD“Esto se explica por el simple hecho de que el vino está vivo. Gran parte de esta bebida es agua, así que resulta lógico que al contacto con vibraciones diferentes, provenientes del exterior, sesus moléculas logren un acomodo igualmente diferente. Es pura física y química”, asegura el especialista.
No obstante, Espíndola también considera que esta forma de hacer vinos tiene una raíz bastante holística y hasta espiritual.
“Yo los entiendo como bebidas con un valor complementario de trabajo. Lo de la música es un extra o un plus que le pone la bodega en cuestión. Esto sólo aplica a vinos con estancia en barrica, que permiten ver de una forma distinta el mundo en el que está inserta la industria. Es, por así decirlo, una firma personal del enólogo de lo produce”, dice el sommelier.
La irrupción de los vinos intervenidos por música no es reciente. Hace una década, por lo menos, ya se producían en Chile y Estados Unidos. En México, por ejemplo, existen hace años en una vinícola ubicada en el Valle de Guadalupe, Baja California, llamada Vinos Salto de Fe.
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La bodega de este lugar produce dos etiquetas que se deben a esta técnica. Una de ellas lleva por nombre Grapho, debido a que sobre cada barrica se escriben con gis palabras positivas, y tiene un perfil frutal y fresco; la otra es Tono8, que se somete durante seis meses, ocho horas al día, a música clásica, blues o jazz. De acuerdo con sus creadores, la música que se les suministra acelera su añejamiento y consigue sabores más amaderados en el caldo.
Estos vinos únicos no cuentan con una certificación que acredite el proceso al que fueron sometidos. Si los ves en la carta de algún restaurante, o en tu tienda de vinos de confianza, pregunta por ellos y confía en que son de buena y confiable manufactura.
Si te interesa probar algunas botellas de Vinos Salto de Fe, consulta su página en internet y llena tu carrito de compra con botellas llenas de música y buenos pensamientos.