En el mundo del vino existen muchos sinónimos para una misma variedad o cepa. Por ejemplo la uva Tempranillo, que también puede llamarse Cencibel, Tinta de Madrid, Tinta del Toro y muchos, muchos nombres más. Tal es el caso de la Shiraz, o Syrah, dos nombres para la misma variedad de uva y el vino que producen.
Por: Ava García Leeh
Tradicionalmente, los vinos producidos en Francia, especialmente en el Valle del Ródano, se conocen como Syrah, y los vinos producidos en Australia se conocen como Shiraz. Son la misma uva, pero el terruño y los estilos de vinificación de cada país productor hacen que el resultado en copa sea muy diferente.
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Los Syrah responden al estilo del viejo mundo: color bajo, aromas tímidos y elegantes entre los que predominan los herbáceos y las especias, y un volumen bajo de alcohol. Los Shiraz, por otro lado, tienden a ser más potentes en color y en alcohol, y en nariz son súper intensos –puedes percibir los aromas del vino aun teniendo la copa muy lejos de ti- y tienen notas mucho más acompotadas y afrutadas.
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A partir de esta diferencia en estilos, productores del resto del mundo comenzaron a usar esas grafías para describir el estilo de sus vinos. Por ejemplo, si un viticultor estadounidense quiere producir un vino con esta cepa, pero más similar al estilo francés, usaría la grafía Syrah, pero si vinificara un caldo más afrutado y más potente, usaría la grafía Shiraz.
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Desafortunadamente no ha habido consistencia en estas dos formas de nombrar a la variedad, por lo que no podemos fiarnos
de eso al comprar una botella (a menos que compremos vinos franceses o australianos).
Al probar los dos estilos, siempre encontraremos aromas a frutas negras, rojas, pimienta, clavo y vainilla, por ejemplo, pero
los tipos de vinificación serán completamente distintos.
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Sea de donde sea tu Shiraz o Syrah, puedes maridarla con platillos extrovertidos como la cepa misma: hamburguesas, costillitas BBQ, tacos de arrachera o de suadero. Y ahora que lo sabes, prueba la misma variedad en sus dos expresiones distintas; tendrás una ilustración precisa de la importancia que el terruño y los estilos de vinificación tienen para lograr un gran vino.
