Así como existen ciertas normas para el uso de los cubiertos en una mesa formal, también existe un protocolo para las copas. Éste va más allá de cuál copa se utiliza para cada bebida; aunque eso muy importante, la segunda parte es saber cómo sostener la copa de acuerdo al tipo de bebida que se va a disfrutar.
La regla más importante a tener en cuenta es que una copa de champaña o vino siempre se sujeta por su tallo, es decir, la parte larga y delgada que conecta el cáliz con la base de la copa. Esto evita que la temperatura de la mano afecte al líquido y además nos salvará de una buena entumida en los dedos. El tallo se sostiene con índice y pulgar.
La única copa que si se debe sujetar por el cáliz es la de cognac o brandy, puesto que precisamente se requiere del calor de la mano para mantener templada la bebida. La copa se mueve ligeramente en círculos para liberar la máxima potencia del aroma.
¿Qué tanto sabes de cristalería?
En la medida de lo posible, se debe evitar dejar marcas de los labios en la copa. Esto es particularmente difícil cuando quien bebe utiliza algún tipo de lipstick, por lo que no es una regla que se aplique con tanta dureza. Lo que sí es importante es evitar que las yemas de los dedos entren en contacto con el cáliz para que las huellas no se marquen y causen un aspecto desagradable.
Por último, dicen las supersticiones que a la hora de brindar hay que hacer contacto visual con los demás comensales, so pena de recibir siete años de mala suerte. ¿Será?
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