¿Cómo se vive la apropiación cultural en la coctelería? Para entender más de la apropiación cultural aplicada a la industria coctelera, estuvimos en The Liquid Show para escuchar a Leslie Cofresi, cofundador de La Factoría en San Juan, Puerto Rico y de otros proyectos como el colectivo Ícaro y la licorería Miramar, quien ofreció una conferencia acerca de la cada vez más presente apropiación, pero sobre todo de las acciones que pueden tomarse para contrarrestarla.
Por Michelle López
¿Cómo se distorsiona una cultura?
Primero, debemos comenzar por entender lo que es apropiación cultural en general: cuando miembros de una cultura adoptan elementos de una cultura ajena; esto es particularmente negativo cuando se cae en estereotipos o los elementos tomados son religiosos o históricos y se toman sin entender su contexto (piensa en los tocados y accesorios Nativos Americanos en Coachella), o cuando una cultura dominante es la que toma elementos de una cultura minoría o generalmente oprimida, y sólo entonces esos elementos se vuelven mainstream o aceptables.
La Factoría es un bar totalmente puertorriqueño en San Juan. Imagen: Facebook La Factoría
Encontrar inspiración en todo lo que nos rodea no es de suyo malo; el problema viene cuando ciertos países o personas con recursos buscan tomar elementos de culturas que no son propias sin tener relación con ellos. En opinión de Cofresi hay una fijación casi fetichista hacia ciertas culturas, y aunque la intención no sea ofender e incluso la ejecución sea buena, a partir de que el equipo de un bar retoma una cultura que no es la suya.
Cofresi señala como ejemplos Dead Rabbit y BlackTail, ambos de los mismos propietarios y ubicados en Nueva York. Mientras Dead Rabbit evoca un pub clásico irlandés llevado a lo contemporáneo, BlackTail buscó recrear la Cuba pre Prohibición. En el caso de estos bares, los dueños de ambos son originarios de Belfast, Irlanda, lo que permite apreciar claramente las diferencias: el primero funciona porque son mixólogos irlandeses desarrollando un concepto irlandés, mientras que el segundo implicaba el uso de una cultura ajena en un periodo y momento completamente separados de la identidad de los creadores. Hoy Dead Rabbit continúa en funcionamiento, mientras que BlackTail ha cerrado definitivamente.
Aunque está en Nueva York, Dead Rabbit es un bar estilo irlandés creado por irlandeses. Imagen: Facebook Dead Rabbit
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Combatir la apropiación
Más que enfocarse en la apropiación cultural como el problema, Cofresi quiere llevar el foco a la solución: el empoderamiento cultural. Este empoderamiento implica asumir el control y dirección de las narrativas en torno a lo latino o latinoamericano. “Que nosotros nos definamos y no permitir que nos defina la gente de afuera”, afirma el mixólogo.
Junto con la incorporación de elementos culturales auténticos entra otro factor: la relevancia. No basta con enarbolar una bandera; es necesario que detrás de ella exista una propuesta innovadora que aporte algo especial y nuevo a la escena. Ya teniendo presentes los elementos que le dan identidad a una cultura llega el momento de aplicar esa investigación y técnica a los ingredientes siempre con enfoque a crear algo nuevo y relevante.
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La cultura coctelera latinoamericana
Para entender la cultura de la coctelería es necesario conocer su historia. A lo largo de los años, los bares y cantinas más tradicionales representaban un punto de encuentro en el que la figura del cantinero era la principal, solía imperar la sensación de familia y existían como microcosmos independientes. Pero con la Prohibición comenzó una época de movimiento y migración entre Estados Unidos y otros países, y fue aquí donde América Latina, con sus ingredientes y nuevas posibilidades, empezó a desarrollarse y a conectar hacia el exterior.
La inspiración debe venir de un lugar informado y con respeto. Imagen: Shutterstock
Al terminar la Prohibición llega un personaje que cambió todo: el dinero. Con él pudo arrancar la producción en masa de licores y destilados, y empieza una estrecha colaboración entre productores, marcas, y lugares
Fue hacia el inicio del siglo XXI que la coctelería pasa su enfoque a lo artesanal y artístico, y Latinoamérica empieza a posicionarse como un mercado emergente. Originalmente las marcas de licores vendían directamente a los consumidores, y en esta parte del continente la estrategia principal era apelar a la aspiración del lujo. Paulatinamente, con la consolidación de los nuevos bares, éstos se establecieron como el vínculo entre productores y clientes.
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La auténtica cultura hoy
La década de 2010 fue la edad de oro para la coctelería en Latinoamérica – tras aprender a través de la imitación finalmente se pudo dominar el lenguaje de la barra y ahora puede crearse uno propio
El escenario que encontramos hoy es producto de dos fenómenos: la educación hacia el extranjero acerca de la identidad latinoamericana con sus sabores, ingredientes, y productos como tequila, ron, y mezcal, y la sofisticación de la industria al interior de América Latina. Al juntarse ambos, llegamos al punto en que el mundo está listo para recibir a Latinoamérica y Latinoamérica tiene algo de calidad para ofrecer. Para crear una propuesta coctelera importante, afirma Cofresi, es importante agregar elementos bien trabajados de la cultura propia.
¿Un último consejo de Leslie Cofresi para quien quiere abrir un bar? “Si el concepto es fuerte, no importa la ubicación: habrá relevancia.”
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