El pan de masa madre ha ganado popularidad por su sabor distintivo y proceso de fermentación natural. Aprender a identificar una buena pieza elaborada de esta manera puede ser clave para disfrutar plenamente de esta deliciosa creación. Aquí te presentamos algunos aspectos a tener en cuenta al evaluarla. Estamos seguros que desde hoy pensarás distinto sobre ella. Y hay razones para hacerlo. Empecemos ya.
La corteza de un buen pan es un elemento crucial a tener en cuenta. Una corteza bien formada y de color dorado puede indicar una fermentación adecuada y una cocción cuidadosa.
Observa si la corteza tiene una textura crujiente y ligeramente escamosa, ya que esto sugiere un proceso de horneado óptimo. Por supuesto, debes tomar en cuenta el tipo de harina con la que se hizo el pan, así como el barnizado del mismo.
La miga, o interior del pan, es otro componente vital. Un buen pan de este tipo debe exhibir una miga bien desarrollada con burbujas uniformes y tamaños variados. Esto se llama ‘alveolo’.
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Dicha estructura indica una fermentación prolongada y una adecuada formación del gluten. Además, presta atención al sabor de la miga; un buen pan debe ofrecer una complejidad de sabores, desde notas ligeramente ácidas hasta matices de nuez.
Elegir el mejor es un arte. Un arte no tan difícil de dominar, si pones todos tus sentidos en identificar qué vuelve tan especial a una pieza que te interese.
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Aunque puede derivar en una tarea mucho más compleja, piensa en estas dos recomendaciones para encontrar el ideal.