Llegó la temporada de vendimias, pero este 2020 la situación es distinta para los viñedos del mundo, no habrá grandes fiestas y en muchos lugares las celebraciones se han cancelado. En México, el viñedo de Freixenet realizó un pequeño evento simbólico para celebrar la cosecha de la uva y el inicio de esta temporada.
La pandemia ha sido una oportunidad para el viñedo de tomar un giro creativo en las actividades vitivinícolas en la región de Ezequiel Montes, Querétaro.
Llegamos por la mañana a la finca Sala Vivé, no había largas filas ni camiones en la entrada con grupos de gente, en la entrada un lavamanos y una mesa con gel antibacterial estaba lista para recibir a los grupos reducidos de visitantes, solo pueden entrar 10 personas a la vez para ser guiados en cada experiencia.
Tomamos el transporte para dar un recorrido por el viñedo y hacer una actividad que nunca había hecho en una vendimia: cortar las uvas. Normalmente en las vendimias se realiza el pisado de la uva en tinajas grandes, en esta ocasión el Coronavirus y los protocolos de higiene y sana distancia impiden realizar esta actividad.
El enólogo y personal del viñedo nos enseñaron a hacer el corte de uva, que simboliza la cosecha de este fruto y el agradecimiento para la producción de un gran vino. Nos adentramos entre surcos de tierra y vides de uva Xarel’o, una uva dulce y grande que se utiliza para hacer los vinos espumosos, se utilizan varietales con características dulces para obtener grados brix altos en la maduración y que el azúcar ayude a la fermentación y sabor con notas frutales y dulces en estos vinos.
Mientras cortábamos las uvas, el sommelier nos habló sobre algunos de los secretos de la uva utilizada para la realización de los vinos blancos, tintos y espumosos tipo champán, entre ellas la Pinot Noire, Sauvignon Blanc, Chenin, Sant Emilion, Macabeo, Moscat, Cabernet Sauvignon y Malbec, entre otras. En promedio, dependiendo de cada varietal, las uvas maduran entre los meses de marzo y agosto, cuando están listas para ser cosechadas. Por cada hectárea se recolectan 16 toneladas de uva, sin embargo, para lograr una prensa de 10 mil botellas de vino se requieren de 10 toneladas de uva. Con dos kilos de uva se puede producir una botella de vino.
Después de nuestra lección de corte de uva y de llenar algunas cajas con el fruto maduro pasamos al área de picnic, donde la gente puede acudir en familia a degustar quesos y vino o tapas con el vino de su preferencia de la finca. Estar en el campo al aire libre, alrededor de viñedos y árboles de olivo ayuda a despejar la mente después de la larga cuarentena. Mientras mirábamos el paisaje hicimos otra cosa poco común: una cata de uvas, degustamos las Xarel’o que cortamos y otras uvas Moscat, con las que se hacen los vinos dulces de postre. Entre cada una se percibían notas distintas, mientras la primera era dulce y ligeramente cítrica, la segunda era muy dulce, floral y perfumada. Normalmente catamos los vinos ya procesados, pero al probar la uva podemos percibir este tipo de notas que son la esencia de los vinos.
Como parte de esta experiencia también se realizó una cata de vinos y tapas, en la que fuimos llevados de la mano del sommelier a través de un recorrido de colores, aromas y sabores de cada vino acompañados de un delicioso maridaje tapas y un ensamble perfecto con tres vinos de la casa, el tradicional vino blanco espumoso, un vino blanco Viña Dolores Viogner y un vino tinto con un ensamble de uvas de cuatro regiones: Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro, un vino equilibrado que concentra al centro del país en una botella.
Puedes acceder a esta experiencia por 1200 pesos, te incluye una canasta con una botella de vino de tu elección, tapas o tabla de quesos para dos personas, un mantel y copas.
Un poco de historia
A lo largo de 150 años, Freixenet ha sido una cava de tradición a nivel internacional.
Su historia nace 1867, cuando Francesc Sala i Ferres fundó la bodega de vinos en Sant Sadurni d ́Anoia, al sudoeste de Barcelona en la finca La Freixeneda. Desde sus inicios la producción se concentró en la producción de vino espumoso a partir del método champenoise, posicionando a esta marca entre las principales productoras de Cava en el mundo.
Finca Sala Vivé es parte del Grupo Henkell-Freixenet, presente en 30 países, cada uno elabora un abanico grande de vinos con la calidad y el terroir de la zona de origen de sus uvas.